Tipos de amigos

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Para mi existen dos tipos de amigos: los amigos bonsái y los amigos cactus.

Un amigo cactus es como ese cactus que te regalan y que colocas al lado de tu ordenador, de la mesilla de noche o cualquier lugar. Te vas de viaje y cuando vuelves tres meses después, te das cuenta de que te olvidaste completamente del cactus. Nadie lo cuidó, nadie le dio agua, y, sin embargo, ¿cómo encuentras ese cactus? Radiante y feliz, más verde de lo que estaba antes de que te fueras. En relación con el cactus, este tipo de amigo no necesita que estés encima todo el tiempo. No se resiente por tu ausencia, no exige atención constante. Es fuerte, independiente, y siempre está ahí, esperándote con la misma vitalidad y cariño por si le necesitas en algún momento.

Luego está el amigo bonsái. Este tipo de amigo requiere un cuidado constante y dedicado. Un bonsái necesita atención diaria: riego, poda, humedad adecuada y la cantidad justa de luz solar. Si te descuidas para beber agua y te olvidas de él por un momento, cuando vuelves, puede estar marchito o incluso muerto. No porque sea débil, sino porque necesita de tu presencia constante y tu cuidado. Este amigo, al igual que el árbol, requiere que estés ahí, involucrado en su vida, brindándole apoyo y atención de manera continua. La relación con un amigo bonsái es más delicada, pero también puede ser increíblemente gratificante, ya que te permite cultivar una conexión profunda y rica con alguien que aprecia y depende de tu cuidado.

Ambos tipos de amigos son valiosos y tienen su lugar en nuestras vidas. Los amigos cactus nos enseñan la importancia de la independencia y la resiliencia. Nos muestran que hay relaciones que pueden soportar la distancia y el tiempo sin perder su esencia. Son los amigos que, aunque no hables con ellos todos los días, sabes que estarán ahí cuando los necesites, sin recriminaciones, sin resentimientos, simplemente felices de verte de nuevo.

Por otro lado, los amigos bonsái nos enseñan la belleza del cuidado y la atención. Nos recuerdan que algunas relaciones necesitan ser nutridas constantemente para florecer. Estos amigos nos desafían a ser más presentes, a invertir tiempo y esfuerzo en mantener la conexión viva y saludable. Son los amigos que requieren y valoran nuestra atención diaria, y a cambio, nos ofrecen una relación profunda y significativa.

Yo por ejemplo me considero una amiga cactus porque no importa el tiempo que haya pasado que si en algún momento me necesitas yo brindare mi apoyo y todo el tiempo necesario para poder ayudarte 

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