Just thoughts

Nuestras decisiones

"Lo que no cambias, lo eliges" es una frase que escuché hace poco y que me impactó. A primera vista, parece una frase sencilla, pero si la analizamos con atención, su significado es mucho más profundo de lo que imaginamos. Nos enfrenta con una realidad que muchas veces preferimos ignorar: la responsabilidad que tenemos sobre nuestra propia vida.

Voy a desarrollar esta idea. Como seres humanos, la mayoría de nosotros tenemos el privilegio de la libertad: la libertad de expresarnos, de tomar decisiones, de elegir cómo vivir. Podemos hablar sobre lo que nos gusta y lo que no, podemos quejarnos de situaciones que nos desagradan, podemos sentirnos incómodos con ciertos aspectos de nuestra vida. Pero, si a pesar de todo esto no tomamos acción para cambiar lo que nos molesta, ¿qué significa realmente? Significa que, en el fondo, estamos eligiendo mantenernos en la misma situación.

Esto aplica a muchos ámbitos de nuestra vida, ya sea en el trabajo: si sientes que no creces o que no eres valorado, pero no buscas alternativas o intentas mejorar tu situación, estás eligiendo quedarte en el mismo lugar. Con tu cuerpo y, o tu salud: no te sientes bien físicamente, si hay hábitos que afectan tu bienestar, pero no haces nada para modificarlos.

Por supuesto, hay situaciones que no podemos cambiar de inmediato o que requieren esfuerzo y tiempo. Pero incluso en esos casos, podemos elegir nuestra actitud frente a ellas: quedarnos con lo que tenemos o empezar a buscar alternativas.
Tomar conciencia de que lo que no cambiamos es, en cierta medida, una elección nos empodera. Nos saca del papel de víctimas y nos pone en el rol de protagonistas de nuestra vida.

Así que la próxima vez que sientas que algo en tu vida no te gusta, en lugar de quedarte solo en la queja, pregúntate: ¿Estoy dispuesto a cambiarlo? Y si la respuesta es no, entonces reconoce que, de alguna manera, lo estás eligiendo.
Cambiar no siempre es fácil, pero quedarse igual también es una decisión. ¿Cuál eliges tú?