Goodbye The World.

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Cerraron la celda y todavía temblaba, pero ahora se pegaba a la reja. Un hombre de pieles oscuras, calvo y algo grande de un lado, del otro un muchacho de pieles verdes, cabello oscuro y algo fornido, no sabía de que lado ponerse, ambos le daban miedo. El de pieles oscuras estaba sentado en la cama con un rostro no muy amigable mientras que el otro se encontraba durmiendo dándole la espalda, entonces tragó saliva y arrastrándose con miedo subió a la cama del lado de el que descansaba. Se sentó abrazando sus piernas en la esquina y ambos se miraban uno al otro. Alzó la voz, suficiente para que el nuevo se aterrara por completo.

‒ ¿Qué miras, escuálido...?. ‒ Algo molesto le preguntó, se quedó mudo con aquella pregunta, no quería ofenderlo. - ¿No sabes hablar o qué?. -.

- Y-yo-... perdón-... no era mi intención molestarte, no me hagas nada, por favor... - Haciendose un bollito en la esquina de la cama habló con pánico Harold.

Se rió en toda su cara, parecía burlarse y de la incomodidad Stuart fingió reírse también.

- Por Dios, vez muchas películas, ¿no es así?, te piensas que porque soy grande, negro y calvo voy a golpearte y hacerte la vida imposible, pero que chico racista. -.

- ¡¡N-NO!!, ¡¡NO ES ESO!!, ¡¡PERDÓNAME!!, ¡¡NO ERA MI INTENCIÓN OFENDERTE!!. - Se disculpó avergonzado el muchacho peliazul.

Soltó una carcajada ante la reacción del muchacho, le gustaba jugar con tontos inocentes.

‒ Tranquilo, hermano, no voy a hacerte nada y sé que no eres racista, pareces amable, ¿cómo te llamas?. ‒.

‒ Yo-... me... me llamo Stuart... ¿y tú eres...?. ‒.

‒ Yo soy Russel Hobbs, ¿por qué y a cuanto te condenaron?. ‒.

‒ Trece años por transporte de drogas en Stoke-On-Trent... ‒.

Chifló impresionado de aquello, realmente no lucía como un traficante de drogas.

‒ Pensé que te habían metido aquí por haber hecho un crimen más estúpido como pegarle a tu mamá o robarte una paleta en la tienda. ‒.

‒ ¡Ey!, eso me ofende... ‒.

‒ Sólo digo la verdad. Yo tengo prisión perpetua por haber asesinado a todos mis compañeros cuando era más jóven, la verdad es que este lugar no es tan desagradable si tienes tu prestigio, lo bueno es que si quisiera suicidarme allí afuera seguro lo haría con la panza vacía. ‒.

- ¿A... todos... tus compañeros...?. -.

- No me mal entiendas, estaba poseído, actualmente no mataría ni a un mosquito aunque me picara. -.

- ¿Poseído?, por Dios, eres interesante, Russel... - Impresionado habló Stuart. Lucía más tranquilo, relajado en sí y ese era el objetivo de Russel, calmarlo para evitarle futuros problemas.

- Gracias, Stuart. Por cierto, no es por nada pero te recomendaría que vengas a quedarte en esta de arriba, el sucio animal que tienes abajo es una mala persona y no creo que vaya a tratarte decentemente. -.

Asintió y apenas se bajó comenzó a dudar un poco, empezaba a confiar en Russel y no sabía todavía si ya no estaba poseído o si incluso eso era una excusa, quizás era un enfermo y estaba poniendo un señuelo para hacerle algo, tragó saliva muy nervioso y se acercó, entonces Russel levantó la mano y saltó aterrado cubriendose por completo con sus brazos, suficiente para que el de pieles oscuras volviera a burlarse de él.

- ¡Carajo, Stuart!, ¡sólo quería que nos dieramos la mano!, pero que asustado estás... creí haberte relajado hace rato. - Entre risas aludía Russel.

𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽    [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora