Hug.

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Lo noqueó, lo desvistió, le pasó el pantalón a Stuart, también los zapatos, le quitó las armas, el gorro, ahora su peliazul estaba del color de su cabello.

- Stuart, vamos a jugar un juego llamado "el policía y el ladrón". -.

- Tengo miedo... -.

- Cállate y vístete, vamos a robar un coche policial y tú vas a manejar. -.

- ¿Por qué yo...?. -.

- El azúl te queda bonito. -.

Esos halagos no le servían, los ojos se le llenaron de lágrimas, apretó la ropa con sus manos y agachó la cabeza empezando a sollozar.

- ¡SATÁN!, ¡¿QUÉ TE PASA?!. - Algo molesto le gritó Murdoc.

- Es todo muy rápido... no quiero vivir así, hubiera preferido que buscaramos a Russel... -.

Le bajó los pantalones, sólo estaba quieto refregandose la cara húmeda de las lágrimas mientras trataba de decirle algo a Murdoc.

- Tengo miedo, Murdoc... -.

- ¿Y cómo te hace sentir eso?. - Le preguntó mientras concentrado lo vistió agresivamente.

Sólo aumentó más el llanto, Murdoc suspiró molesto, un sólo trabajo tenía y ese no era llorar, ahora es cuando más se ponía nervioso, contaban con poco tiempo, lo sabía, sin embargo le dió un abrazo, fué un poco seco pero pretendía que fuera lo suficientemente fuerte para que Stuart se concentrara y no se desesperara.

- Escuchame, feo, si te angustias nos van a separar de la posibilidad de volver por Russel, ¿quieres que él sea felíz cómo se lo merece o quieres quedarte aquí llorando toda la noche hasta que vengan a tomarte para llevarte a otra prisión en la que te golpearan todos los días?. - Serio le habló Murdoc.

- Quiero-... la primera opción... -.

- Entonces cálmate y vamos a por ese puto auto. - Le dió un golpe en el trasero y se separó del abrazo. Stuart sólo se lo tocó confundido aunque un poco adolorido.

Murdoc estaba contra la puerta, le dijo en voz baja cómo hacerlo, de un bolsillo sacó la cinta, trató de cubrir con su cuerpo que estaba bajando la ventanilla por completo. Metió la mano, quitó la traba, nadie lo vió.

- Quita la de atrás, primero subo yo, no te van a creer. -.

Hizo lo indicado muy nervioso. Entró.

- Vas a tomar el cable de ahí, haz contacto con el otro, una vez que se encienda sólo acelera. -.

- ¿N-no me voy a electrocutar?. -.

- Hazlo rápido, nos están mirando. -.

El coche se encendió, puso un rostro de alegría, lo había logrado y se sentía muy orgulloso, entonces comenzó a conducir rápidamente.

- ¡LO HICE, LO HICE!. - Gritó una vez salieron del estacionamiento.

- Lo hiciste, muy bien, Stuart, felicidades. -.

- ¿Cómo sabías hacer eso, Muds?. -.

- Mi hermano robaba autos, me lo explicó tantas veces que se me quedó en la cabeza, de adolescente un par de veces tomé coches pero sólo para chocarlos, cómo era menor no me pasaba tanto. -.

- Podrías haber muerto. -.

- No me importaba tanto si vivía o no, no tenía razones asi que ponerme hasta el borde me hacía sentir que si me importaba, pero eso se llama adrenalina. -.

- Y-... ¿ahora...?, ¿ahora te importa...?. -.

- Bueno, claramente no estás preparado ni para respirar, Stuart, mi razón de vida supongo que es defenderte hasta que no dependas de mí, o bueno... tu mamá me dió dos también. Eres amable, o eso creo, pero lo que tengo seguro es que no mereces estar en prisión. -.

- E-eh... gracias, Murdoc... es dulce de tu parte... -.

- Soy realista, no dulce. -.

Sonrió, lo segundo no era realista, era una mentira para ocultar sus sentimientos.

Se preguntaba si la estarían pasando bien, si se habrían peleado en el camino, si pensaban en él o si la próxima lo incluirían. Se sentía muy pero muy sólo, estaba en una celda durmiendo con almohadones.

El sol cayó, bostezó y progresivamente abrió los ojos, le había costado un poco dormir y estaba cansado, se esperaba ver dos cuerpos en remplazo de los almohadones pero no era así, ahora estaba preocupado, ¿qué haría en el desayuno?, ¿qué explicaría?, lo estaban metiendo en muy grandes problemas, ¿y si se habían ido?, ¿y si le habían mentido para abandonarlo?, tenía que seguir fingiendo que ellos dos estaban ahí para no desesperarse y levantar sospechas, pero era tan complicado cuándo estaba buscando respuestas en un mundo de preguntas.

El sol cayó, bostezó y progresivamente abrió los ojos, le había costado un poco dormir y estaba cansado, se esperaba ver dos cuerpos en remplazo de los almohadones pero no era así, ahora estaba preocupado, ¿qué haría en el desayuno?, ¿qué explicar...

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Se sentó junto a Ace, el mísmo lo miró confundido y se volteó a preguntarle lo que Russel sabía que iba a preguntar.

- ¿Y tus amiguitos bonitos?. - Interrogó el narigón.

- Ace, te voy a contar algo y quiero que no le digas a nadie... - Nervioso le dió cómo introducción, se acercó a su oído y encapsulo el sonido. - Stuart y Murdoc fueron por los conductos hasta una sala nazi nueva, todavía no vuelven, tengo miedo, creo que me mintieron para escaparse. - Susurró Russel.

- ¡¿QUÉ?!, vamos por ellos, Russ... - Le habló en voz baja luego dándose cuenta de su grito.

- No podemos, no sé dónde se metieron... -.

Tragó saliva, Ace también lo hizo, ambos tenían una cara de preocupación inmensa, ninguno conocía que quizás para esa mañana el paradero de esos dos era en Liverpool, incluso podría ser en el aeropuerto.

𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽    [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora