Era un espacio reducido, Murdoc estaba sobre él respirandole en el cuello, tenían que hacer silencio, luego lo oyeron, era poco, una hora y estarían quizás en Nueva York disfrutando de una cama real, del sonido de la gente y las mujeres, del olor diferente, de la ciudad. Entraron dos muchachos corriendo, lo oyeron por los pasos en la madera, gritaron "¡SE ESCAPARON!, ¡SE ESCAPARON!" y les respondió un hombre "¡LES DIJE QUE HABÍA QUE PONERLES VIGILANCIA!", ahora estaba pidiendo a el diablo que les hiciera algo para que no los hallaran, de todas maneras era muy difícil que lo hicieran, estaban ocultos en una maleta que se encontraba en un mueble superior de la sala de los capitanes, había poco oxígeno, eso era cierto, estaban incómodos, también cierto, tenían que abrazarse, si, pero era desición propia ya.
- ¿Estás asustado? - Le susurró Murdoc.
- Un poco. - Respondió también en voz muy baja.
- Después de esto tú y yo nos vamos a bañar... vamos a dormir tranquilos incluso, prometo que comeremos tu comida favorita en el almuerzo e intentaremos llamar a tu mamá... ¿te gusta la idea...? -.
- Si, Muds, me encanta, gracias... - Movió un poco la cabeza y le besó la mejilla, suficiente para que Murdoc se pusiera algo nervioso.
- Ese sonido me recuerda a... -.
- P-perdón, Mud... -.
- No te preocupes, no me desagrada... lo decía en broma además. -.
- Pero fué malo, ¿no? -.
- ¿Qué yo no te dije que fué uno de los mejores de toda mi vida? -.
- Murdoc... eso no suena bien, ¿sabes?, estamos dentro de una maleta pegados como imanes y estás diciendo cosas sobre un beso anormal entre nostros. -.
- Perdón, no lo consideré... - ... - Esto sería una buena película porno. -.
- Basta-... -.
- "Prisioneros escapan y se ocultan en la maleta de un barco, el deseo se manifiesta y tienen sexo sucio dentro de la maleta". -.
- Basta, eres un asqueroso... además no estamos haciendo eso. -.
- ¿Y si lo hacemos?, empiezo yo. - Le pegó un duro mordiscon en el cuello provocando que Stuart intentara cubrirse la boca, pero por el poco espacio sólo logró hacer que la maleta se moviera u generara ruido.
- Te dije que basta... eso es canibalismo, no sexo. -.
- Estaba bromeando... -.
Escucharon unos pasos en la sala nuevamente e hicieron silencio, Stuart se aferró a Murdoc con más fuerza, el sonido de la madera rechinando le daba escalofríos.
Buscaron por todas partes, contenedor por contenedor, baúl por baúl, asiento por asiento, no los hallaban, el barco era enorme para ocultarse, podrían estar en cualquier parte, entonces intentaron no prestar atención, no había un lugar a dónde escapar, es obvio que estaban dentro, muy seguramente los verían salir cuando llegaran a descargar las cosas, ahí sólo quedaría llamar a los de seguridad y cazarlos hasta que los volvieran a arrestar.

Lo clavó, respiró agitado y volteó a ver a Ace quien sólo elevaba su pulgar con una sonrisita de maldad, rápidamente le sacaron la pistola y un par de prendas, luego movieron el cuerpo a un lugar menos visible y lo doblaron.
- ¿Ahora qué, Ace? - Respirando trabajosamente preguntó Russel, no quería bajar la cabeza y ver la sangre en sus manos.
- Fácil, cuidamos las piernas y manos, nos subimos a la reja, corremos alrededor del muro, nos ocultamos, cavamos y directo al aire libre, y si falla, que se vayan todos al diablo, no tenemos un maldito mapa cómo esos dos enfermos. -.
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𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]
Romance❝ La esperaza de Murdoc ahora es protegerme, la mía es su sonrisa. ❞ Una condena en la prisión parecería ser algo malo por la entidad que genera su sonido, pero ellos dos la utilizaron para adormecerse y sumirse en sus defensas aunque allí tuvieran...