[Contenido explícito descriptivo de abuso. [˖⅛]
Para su suerte el horario había pasado rápido, sus cosas seguían ahí sin tocar, entonces las levantaron y fueron directo a abordar el avión, allí buscaron un asiento juntos y guardaron sus cosas, no hubo pelea por quién iba a sentarse junto a la ventana, a Murdoc no le daba náuseas cómo a Stuart, lo que si le daba era lejanía, había pasado tanto que no había tenido tiempo ni de pensarlo, estaba ahora tomado de la mano con el tipo que creyó que nunca iba a agradarle, ahora se sentaba a cuidarlo y podía reírse libremente con él, a cada rato que lo pensaba comenzaba a sentir emoción más que nada, tenía simples ganas de tirarse sobre él y besarlo hasta olvidarse que estaba vivo.
- Voy al baño, tomé bastante hoy... - Stuart lo miró preocupado, Murdoc sólo procesó sus palabras y reaccionó rápido.
- Dejemos los abrigos aquí, te acompaño. - De inmediato sonrió.
- Sólo hay un baño... - Se levantó y comenzó a quitarse la chaqueta.
- No pasa nada, somos pareja, entro contigo. - Hizo lo mísmo, parecía demasiado convencido entonces Stuart acabó accediendo. Caminaron juntos hasta el baño del avión, Murdoc se aseguró de que nadie pudiera delatarlos, sabía que no estaba correcto lo que estaba haciendo pero no le importaba nada. Lo vió subir el cierre de su pantalón entonces supo que era su momento pero lo vió sacar un cepillo y pasta de dientes.
- Eh-... Stuart, ¿qué mierda haces? - Lo miró confundido.
- Me lavo los dientes, ¿no te das cuenta?, es necesario, no quiero perder el resto. - Bebió agua de la canilla.
- Prestamelo luego. - Se reposó sobre la puerta.
Acabó haciendo lo mísmo él también, pero era sólo una excusa, ahora todo encajaba en un plan perfecto. Escupió el agua y se secó la boca con su brazo, rápido volteó hacia Stuart y lo besó, este parecía no habérselo esperado, sin embargo, se dejó llevar, se sentía demasiado bien aunque extraño por la mezcla de la pasta, Murdoc comenzó a bajar sus manos, tocó sus caderas y luego lo agarró de la entrepierna, sintió ese nerviosismo de parte de su pareja cuando lo hizo y le agradó bastante, entonces rápidamente se separó del beso y comenzó a desabrochar su propio cinturón como un desesperado.
- ¡M-Murdoc-...!, ¡nooo...! - Comenzó a ponerse rojo.
- Por favor... necesito una... es rapidito, nadie lo tiene que saber... - Se bajó el cierre y luego la ropa interior, Stuart tragó saliva al ver aquello, estaba en una pelea mental. - Es rápido, ¿o me vas a dejar con las ganas?, no te voy a hacer daño... -.
Se avergonzó mucho pero acabó agachándose, Murdoc se reposó en la puerta nuevamente y sonrió exitoso.
- Nunca cuentes esto... y por favor... sé cuidadoso... - Tragó saliva con vergüenza y se sentó sobre sus rodillas frente a la zona pélvica del pelinegro, era algo rápido de lo que ni siquiera estaba pensando, una travesura en la que se sentía como un sucio. Tomó su pene con delicadeza y comenzó a masturbarlo lentamente, no elevaba su mirada pues sabía que lo único que vería iba a ser el rostro pintado de deseo de Murdoc y aquello iba a provocar que quisiese hacerle mucho más que un trabajo con su mano. Luego de un pequeño rato sintió un tirón en el cabello, entonced repentinamente lo miró.
- ¿Estás dormido?, ya metelo en tu boca, no sé a qué alarma estás esperando para hacerlo. - Le fregó su miembro por el rostro, Stuart se avergonzó todavía más y como aquél le indicaba introdujo apenas la punta entre sus labios, la desesperación del de pieles verdes hacía que acabara empujandole la cabeza al muchacho, este iba lentamente lamiendolo por dentro de su boca. A Murdoc le comenzaban a arder los labios, había estado mordiéendoselos todo el rato, entonces la garganta de Stuart comenzaba a sentirse más cálida, ya con algo de rapidez lo introducía hasta el fondo y lo sacaba de su boca hasta el inicio de la punta, luego lamía toda la extensión de su pene para seguir con la misma secuencia, aquella vergüenza comenzaba a esfumarse y por aquello comenzó a mirarlo a los ojos, buscaba que Murdoc comprendiera su deseo con sólo aquello, incluso si sus pupilas no delataban su mirada, quería que lo sintiera con su boca. En un momento de humillación, el de pieles verdes sacó su miembro de la boca de su novio y lo colocó en el rostro del mismo, entonces Stuart sonreía fingiendo la inocencia que no tenía y en ese silencio extendió su lengua y lo lamió con agrado, tenía confianza al chuparlo y nuevamente lo introdujo a su boca, pero Murdoc sabía que iba a ser la última. Lo tomó del cabello con ambas manos y comenzó a empujar la cabeza del muchacho mientras hacía movimientos con su pelvis en dirección a el peliazul, lentamente comenzaba a respirar agitado y gemir, Stuart también lo hacía cuando abría la boca en busca de no quedarse sin aire, iba bastante rápido y básicamente lo estaba obligando a ahogarse, pero le faltaba poco y fué en ese momento más duro cuando en su agresividad acabó por sacarlo de su garganta y lo apuntó a su rostro eyaculando en aquél, Stuart revivió su nerviosismo sintiendo como el líquido se resbalaba y bajaba por todo su rostro, entonces se levantó del suelo torpemente y corrió al lavabo.
- ¡Murdoooc! - Se quejó apenas vió su reflejo en el espejo, abrió la canilla desesperado y fué ahí cuando pensó en las consecuencias de sus acciones, ¿y si lo habían escuchado?
- Yaaaa... tampoco es para tanto, te vez lindo así... - El de pieles verdes sonrió con picardía y de inmediato tomó algo de papel del rollo.
- Pero estaba limpio, almenos podría haberlo retenido en mi boca... - Se presentó molesto ante la situación y le quitó rápidamente aquél papel, primero lavó su cara y luego la secó.
- Ni loco, quería ahogarte pero no a tal punto, ¿me viste cara de psicópata? - Se burló de él con una risa que no duró tanto, pues, al momento que secó su miembro y se subió las prendas, tomó más papel y lo agarró a Stuart del mentón, entonces comenzó a limpiar un poco mejor su rostro.
- Gracias... - Pronunció aún molesto, pero mierda, aún lo dominaba con sus emociones, al mirar sus labios sólo podía pensar en lo tierno que resultaba a veces y lo mucho que deseaba que aquél error no hubiera pasado, quizás incluso podrían haber terminado en mucho más.
- Denada, tontito. - Enternecido acabó acercándose más a su rostro para besar su naríz lo cuál dejó a Stuart perplejo y avergonzado, bien, acababan de hacer algo demasiado sucio y no le había dado tanta vergüenza como aquél beso, pero es que la ternura de Murdoc siempre lo emocionaba, quizás aquellos pensamientos del pasado sobre que él no podría tener una pareja eran demasiado absurdos para ese momento. Apenas abrió la puerta del baño, una azafata se presentaba con impaciencia, se mostraba con el rostro más enojado que había visto y lo miraba en busca de una excusa de porqué habían dos muchachos en un mísmo baño en el avión.
- Disculpe, estos baños no son para dos personas, procure saberlo para la próxima y no nos tome de tontas. - Levantó una ceja golpeando el piso con su taco en forma de molestia.
Murdoc no lo contuvo y soltó una carcajada, con aquellas palabras lo único que hizo fué darse la vuelta en la otra dirección para escapar de la mujer, dejando a Stuart con el problema y su cara de vergüenza, pero también el muy atrevido escapó antes de que lo vieran, aferrandose al brazo de su novio e intentando ocultar el rostro ante algunos aburridos que los miraban con disgusto por sus acciones degeneradas.
ESTÁS LEYENDO
𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]
Любовные романы❝ La esperaza de Murdoc ahora es protegerme, la mía es su sonrisa. ❞ Una condena en la prisión parecería ser algo malo por la entidad que genera su sonido, pero ellos dos la utilizaron para adormecerse y sumirse en sus defensas aunque allí tuvieran...