𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]

Pretty Girls. [˖⅛]

[Contenido explícito sexual. [˖⅛]

Ya empezaba a cansarse, con mucha razón Murdoc estaba más fuerte de los brazos, hacía todo eso por unas mujeres.

- Me duele-... -.

- Resiste, deberías haber bajado luego de mí, si te caes ahora, te vas a morir muy seguramente. -.

- Si me caía sobre ti ya no iba a ser un sólo cadáver. -.

- ¿Qué?, ¿te crees Russel?, no me jodas, como mucho me ahogas con tu feo culo pero debes ser más fácil de cargar que el polvo. -.

Pasaron unos largos minutos y finalmente tocaron suelo, un pasillo muy oscuro del que venía una sóla luz, entonces apenas Murdoc bajó, buscó su mano, ahora si sentía mucho pánico.

- Ya te acostumbraste. -.

- No, ahora tengo miedo, mucho. -.

- Tampoco son zombies. -.

- Ojalá lo fueran, amo las películas de zombies, ¿te imaginas estar en una?, ¿haz visto la última temporada de The Walking Dead?. -.

- Eh estado en prisión más de lo que piensas, no, no ví la última temporada porque estaba ocupado eligiendo si usar naranja o usar naraja. -.

Caminaron juntos hasta que la luz los volvió a atacar, un enorme lugar, habían varios prisioneros, mayormente pertenecientes a las celdas superiores, supuso que la vigilancia de la zona de arriba no era muy buena. Estaban golpeándose y golpeándose, sangre en el piso, gritos, fluidos sexuales, era el infierno, entonces se aferró más al brazo de Murdoc y él lo acercó más a su cuerpo mientras intentaban salir de eso. Llegaron hasta una pequeña habitación en donde Murdoc estiró su ropaje inferior y sacó bóxers enrrollados, fué así que ató su camiseta y colocó alguno de ellos dentro de la misma, poco a poco lo acomodó hasta que parecía un pecho realmente, ahora se acercó a Stuart, hizo lo mísmo con él de una manera un poco agresiva y bruta pero el mismo muchacho le agradeció.

- Bien, ahora tenemos que subir por un pozo que hay entre los patios y pasamos por debajo de la reja hasta su lado, nos vamos a meter entre unos arbustos a asegurarnos bien de que nadie nos vea, seguro ellas están cenando, a veces cenan en las mesas de afuera, si es así, tenemos oportunidad de hacer lo que queramos mejor. -.

Stuart asintió y sólo lo siguió, pasaron por ese pasillo que estaba cerrado, cerrado hasta que Murdoc sacó unas piedras y pasó por un agujero.

- Trae las piedras contigo, luego lo cerramos. - Desde el otro lado comentó.

Hizo lo solicitado aunque cuando ya estuvo ahí, el espacio era bastante reducido, entonces Niccals se dió la vuelta como pudo y le dijo que subiera a sus hombros.

- Lo que uno hace para tocar unas tetas... - Suspiró el de pieles verdes.

- Cállate, yo no lo hago por eso, ya te dije. -.

- Pero yo sí. -.

Comenzó a trepar por las piedras hasta que se chocó con la pesada tapa de metal, miró a un lado, miró al otro, miró hacia arriba, ningún hombre, entonces la quitó, subió y le ofreció la mano a Murdoc quién también estaba intentando subir.
Ya en tierra firme se metieron a un arbusto, aguardaron unos minutos ahí para descansar y luego fueron hasta la reja en dónde agachados se escabulleron. Estaban cenando, se reían fuerte y hablaban fuerte.

- Llegamos a la hora de la cena, no vamos a hacer la seña pero tú sígueme, hay una mesa de chicas que conozco. - Le susurró.

Algo aterrado fué detrás de él cómo siempre y finalmente se sentaron, dos rubias, dos morochas y una pelinegra.