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Fueron a la esquina, abrió la tapa y ambos se metieron, estaba todo preparado. Tomaron las bolsas y comenzaron a gatear por los conductos, Stuart hacía una fuerza descomunal para ver bien el mapa de guía, no querían gastar fósforos ya que eran escasos. Murdoc lo seguía simplemente calmado, tenía la suficiente confianza en el muchacho, a la vez, se sentía ciertamente seguro a su lado, él era muy tranquilo y amable, sabía que en cualquier situación iba a estar a salvo, a salvo mentalmente.

- Cuando lleguemos voy a clavar las agujas hasta hacer un agujero, de esa manera vamos a poder acceder a la posible tapa o estructura, cuando lleguemos, si está oscuro, vamos a usar los cerillos. -.

- Bien, ¿vas a necesitar ayuda en clavarlos?. -.

- No, puedo sólo. -.

- Eso me hace sentir inútil. -.

- Imagina que eres mi musa hasta que tenga un uso para ti más que de la compañía. -.

- Maldito seas, Stu. -.

El peliazul detuvo el movimiento, ya estaban en el punto exacto, con sólo asentir a quién él creía que era Murdoc, supo que era el momento. De la bolsa hecha de camisetas sacó una más, esta era de plástico y contenía las agujas. Sacando un par sostuvo una, se sentó a en comodidad y la clavó con todas sus fuerzas, progresivamente repitió este proceso de las agujas.

- ¿Por qué las pinchas ahí arriba?. - Confundido pregunto Murdoc.

- Hay un pequeño pasadizo por las condiciones de la estructura, en teoría deberíamos encontrarlo aquí. -.

Básicamente estaba picando el conducto, suficiente para un agujero del tamaño de su cuerpo, bueno, a Murdoc le iba a ser algo complicado pasar quizás, pues, no era una víbora como el muchacho. Una vez acabó con ese proceso, arrancos la tapa que se había formado y en el muslo le cayó un gusano, rápido se distrajo y lo colocó en otra parte con mucho cuidado, pero Murdoc sólo miraba confundido cuando un montón de tierra cayó sobre el cuerpo de Stuart.

- Ahora soy un gusano también. - Sonrió el peliazul mientras corría la tierra.

- ¿Por qué hay tierra?, ¿no se supone que debería estar la sala o ese pasadizo?. -.

- Es muy probable que este un poco más arriba, si no fuera así, debería estar por debajo, almenos cuando me traían pude ver un borde el cuál no era una piedra y analicé tanto la estructura que tiene lógica. -.

- Decido confiar en ti, espero que encontremos algo o esto será una pérdida de tiempo. -.

- Tranquilo, estoy casi seguro, ahora ayudame a cavar un pozo para ubicarnos, mi musa. -.

- Tch, basta de ese mugroso apodo... -.

Comenzaron a rascar con sus manos, estaban concentrados y algo nerviosos, ambos querían hallar ese salón pero las circunstancias podían decirles que no. De pronto, una luz, más luz, un poco más, cielo, cielo azul oscuro y gris de nubes, rápido y desesperado Stuart comenzó a escalar por ese agujero, Murdoc sólo esperaba aunque algo confundido.

- Muds, vamos a subir, veo una pared aquí, hay un bosque gigante. - Alegre comentó el muchacho.

Estaba a punto de salir a la superficie pero repentinamente se puso muy nervioso, tenía la cabeza de Murdoc entre las piernas, lo estaba tomando de los muslos y lentamente lo subió lo suficiente para que sólo tuviera que apoyar las rodillas al hallar suelo. Le ofreció la mano y salió con todas las cosas en dos bolsas de camisetas que muy anteriormente habían hecho.
Un paredón, largo, alto, gigantesco, imponente, gris, los dos lo miraban en su punta como idiotas.

- Stuart, ¿estás seguro de que esta es tu sala secreta?. - Confundido Murdoc alzó la voz.

- No lo es-... creo que salimos a otra zona de la prisión, reconozco esta muralla, no es la China. -.

- Genial, otra vez vuelvo a pensar que eres inteligente como un delfín. -.

- Awww, gracias, Muds... -.

- Tienes más de treinta años, es un insulto. -.

- Jódete. -.

Dieron unas vueltas alrededor del lugar, al parecer Stuart tenía razón en cierto punto, si bien todavía no se daban cuenta, comprendían que estaban en un bosque. Sonido, mucho sonido, pero no cualquier sonido, eran coches, estaban pasando y eran demasiados, entonces entre tanto arbusto lo vieron, era una larga carretera, ¿qué carajos...?.

- Stuart, creo que esta no es una zona más de la prisión... -.

- ¿Cómo no me dí cuenta...?, estamos... estamos afuera... ¿no...?. -.

- Si... eso-... eso creo... bueno, hay coches... gente normal manejando... -.

- ¿Acabamos de escapar...?. -.

- ¡ACABAMOS DE ESCAPAR, STUART!. - Lo agarró de la camiseta para moverlo asustado.

- ¡¡RUSSEL!!, ¡¡TENEMOS QUE BUSCAR A RUSSEL!!. - Stuart lo tomó de los brazos.

- ¡¡CORRAMOS, IDIOTA!!, ¡YA LO VAMOS A SACAR!. -.

- ¡¡P-PERO!!, ¡¡LO VAN A AMENAZAR...!!, ¡NOS VA A DELATAR Y A LOS DEMÁS Y LE VAMOS A JODER LA VIDA!. -.

- ¡¡NO SI CORREMOS, ROBAMOS UN COCHE, BUSCAMOS ESE MALDITO AEROPUERTO EN LIVERPOOL, CAMBIAMOS DE PAÍS, JUNTAMOS DINERO Y LO SACAMOS!!. -.

- ¡¡MURDOC!!, ¡¡NO QUERÍA ESCAPAR TAN REPENTINAMENTE!!. -.

- ¡¡POR EL MALDECIDO JESÚS!!, ¡¡CÁLLATE Y VAMOS!!. -.

Lo agarró fuertemente de la muñeca y comenzaron a correr por el otro lado, estaba todo oscuro, comenzaba a dolerle ese agarre y estaba empezando a angustiarse, no había tenido tiempo de pensar nada, eran fugitivos, ¿qué sería de sus vidas?, ¿tendrían que cambiar sus identidades cómo en las películas?, en ese momento las grabaciones que tanto disfrutaba ver le recordaron que nunca nada había sido como en las mismas, ahora se sentía más que perdido, sólo corría y se mordía la boca para no pensar en el dolor que le generaban las uñas del guitarrista enterrandose en su piel.

𝓣𝓸𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽    [ꜱᴛᴜᴅᴏᴄ.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora