OSCURO

C: 36 - GOLPE TRAS GOLPE

Hogwarts-

—El sol aun bañaba los terrenos de Hogwarts a las seis y media de la tarde. Aunque el ocaso empezaba a insinuarse en el horizonte, los rayos dorados iluminaban la silueta imponente del puente y, a lo lejos, la cabaña de Hagrid era visible, rodeada por el verde de la hierba que se extendía en su dirección.

Cerca del puente, detrás de una de las tres grandes rocas, Draco Malfoy se encontraba en compañía de sus inseparables amigos: Vincent Crabbe, Gregory Goyle y Theo Nott.

Con una sonrisa arrogante, Draco se cruzó de brazos y lanzó una mirada desdeñosa en dirección a la cabaña del semigigante. Sus amigos lo rodeaban, escuchando atentamente mientras él relajaba con un tono de satisfacción macabra el destino inminente de Buckbeak-

Draco: Está tarde, antes de que se ponga el sol, ese hipogrifo ya será historia. -afirmó con voz jactanciosa, mirándolos a todos con orgullo-

-Crabbe y Goyle soltaron risotadas sordas, mientras Theo asintió, aunque parecía algo más reservado-

Theo: ¿Y qué piensas hacer con él? -preguntó, fingiendo desinterés-

Draco: Oh, tengo grandes planes, aún no me decido. -respondió con una sonrisa cada vez más perversa- Me quedaré con la cabeza. Creo que será una adición encantadora para la sala común de Gryffindor. Imagina la cara de Potter y sus amigos cuando vean la cabeza de su querido hipogrifo decorando las paredes de su propio territorio.

-los tres cómplices se rieron con más fuerza ante la idea. Draco, envalentonado, alzó la voz para enfatizar sus palabras-

Draco: Se lo merece, por atacar a un Malfoy. A mi padre le complace mucho que se ha hecho justicia.

-en ese instante, una voz fría y cargada de furia, interrumpió el momento. La figura de Donker Riddle se acercó desde el final del puente, con pasos decididos y una mirada oscura que hacía temblar a cualquiera que lo conociera bien.

Al oír la conversación de Draco, su semblante se había tornado cada vez más sombrío.

Donker acababa de enterarse de lo que sucedía gracias a Pansy Parkinson, quien lo había interceptado en los pasillos del castillo para contarle lo que había oído. Y ahora, al ver la expresión satisfecha de Draco y escuchar su arrogancia, supo que todo era verdad-

Donker: ¿Es que no tienes una pizca de sentido común, Malfoy? -increpó a todo pulmón, avanzando hacía él con la mirada fija y los labios tensos de cólera- No puedo creer que hayas llegado a este extremo. ¡Condenar a muerte a un ser indefenso porque tu orgullo fue herido! ¿Qué tan inútil e incompetente eres, Malfoy? -le preguntó enojado-

-Draco, que hasta ese momento había mostrado seguridad, dio un paso hacia atrás.

Sus compañeros del rubio intercambiaron miradas nerviosas, pero Crabbe y Goyle no tardaron en ponerse al frente de su amigo para protegerlo.

Crabbe, en especial, se irguió, intentando aparentar ser más imponente que Donker.

Pero a Donker no le afectó la postura del grandulón, con sus ojos fríos y su altura similar a la de Crabbe, lo observó con una intensidad que lo hizo estremecerse-

Donker: Apártate. -ordenó, señalando a Crabbe con un dedo firme y amenazante mientras el tic en su lengua hacía que los menores lo miraran con más terror- O tú serás el primero en morir hoy.

-Crabbe sintió un escalofrío recorrerle la espalda y, sin atreverse a desafiarlo, se apartó, dejando a Draco expuesto al furioso Riddle.

Draco intentó componer su rostro, pero no pudo evitar que un rastro de miedo cruzara sus ojos. Sabía de sobra que cuando Donker se enfurecia, las consecuencias podían llegar a ser desastrosas.