Tarareando una canción de cuna y fingiendo bailar en la habitación, Yuuji y Haruki están dando vueltas por el lugar con gran inocencia.
El niño se mantiene sobre los pies del pelirosa mayor mientras ríe al estar recargado sobre su barriguita. Con poco más de siete meses, solo es cuestión de tiempo para que su hermanito nazca.
Gojo se mantiene viendo la escena desde la puerta, intenta mantenerse callado para no arruinar el momento entre su cachorro y su destinado.
Quizá, los tres puedan mantener el secreto a la doctora sobre hacer cosas que puedan cansarlo rápido.
El embarazo del nuevo bebé es más llevadero que el anterior. Su cuerpo está acostumbrado a una nueva vida y todos esos malestares pasan a ser poco importantes ante lo que ya sabe que hacer, aunque le gustaría decir lo mismo de su alfa.
Quién fue el encargado de recibir las náuseas matutinas y los antojos aún más extraños.
Haruki, por su parte, está encantado con la idea de tener un hermanito. Los dos adultos se las arreglan muy bien para incluirlo en cada detalle, los celos que el resto de la gente solían advertirles no existen.
Le encanta la idea de estar siempre con su madre y ayudar en lo que pueda.
Como cargar algún objeto liviano o llevarles algo que esté un poco lejos, pero a su alcance. Es el encargado de ayudar a su padre en las compras, es él quien le informa cuando su madre hace algo que está prohibido o cuando se queda dormido.
Saliendo a su pequeño jardín para llevarle algunas verduras o regañandolo cuando hace algo peligroso para sus ojitos. Siempre recibía elogios de su padre ante esa actitud sobreprotectora.
A veces, los momentos que compartían en donde eran solo los dos, solía quedarse dormido entre las ropas de Gojo y la presencia de Yuuji. Acariciaba su cabeza con cariño hasta que lograba acurrucarse entre la madera perfumada y los duraznos dulces. Siempre abrazando su vientre y comenzando a ronronear con dificultad ante la felicidad que sentía.
Los juegos habían cambiado para ser más tranquilos y silenciosos, aunque no era algo que le molestará, extrañaba jugar con el pelirosa mayor en algo más energético.
Fue él quién estuvo atento ante cualquier malestar para ir corriendo con el alfa ante cada expresión que tenía, hablándole incoherencias al bebé cuando aún estaba en su vientre o un poco temeroso cuando lo observó moverse por primera vez.
Fue el confidente de su madre cada vez que se terminaba la mermelada, y aquel que regañaba a su padre cuando no lo dejaba estar mucho tiempo con él, para no cansarlo de más.
Quería el bienestar del omega, tanto como el del bebé que llegaría pronto.
Parece que fue el chiquillo quien disfruto más de esa etapa.
Así que, cuando fue el momento de conocer al nuevo integrante de la familia, no pudo evitar presumirle a todo el mundo a su hermanito.
Rompiendo una más de las reglas que le dieron en el hospital, se mantiene cargando al pelirosa menor entre sus brazos con cariño. Con dos años, apenas se le hace pesado, pero tiene prohibido cargar de más en su estado.
Aunque eso no es impedimento para el omega, después de todo, se trata de su primer cachorro y no piensa hacerlo a un lado.
Lo adora demasiado como para restringirse esos momentos con su hijo.
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Alfa en alquiler »Goyuu
FantasyYuuji es un joven Omega que busca tener un cachorro cueste lo que cueste. Satoru, un alfa dominante que pasa sus días en un trabajo de mala paga. Un día, un anuncio extraño llama su atención, curioso por la cantidad que dictaba en el decide probar...