24. Decisiones.

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Fue así, en el silencio de la habitación, que Yuuji le cuenta como la sociedad lo juzgo y lo culpo por acabar con la vida de un hombre que juraba quererlo en su vida, perdiéndolo todo por su rechazo y aprovechándose de su amor.

Le dice como incluso en su estado la gente siguió comentando de eso, importándole poco su versión y haciendo caso omiso de la verdad.

Abrazando sus piernas que pega con fuerza a su pecho y mirando de vez en cuando la llave de su casa que descansa sobre el colchón, en medio de los dos, sigue hablándole sobre las veces que acudió al psicólogo, porque su desconfianza en la gente creció tanto que paso más de tres meses encerrado en su casa.

Y cuando pudo salir al fin como estaba tan a la defensiva que llego a atacar a la gente que se acercaba demasiado. Nunca fue su intención, pero el resto se aprovecho de su condición para seguir hablando.

Le dice que después de seis meses, los demás se acercaban a él para saber la versión que negarían después. Incluso si él no les dijo nada, decide hacer oídos sordos ante cada comentario nuevo, dejando que estos mismos pasarán a puertas cerradas cuando se enteraron de como acabo con el hombre.

Con un poco más enojo, puede ver al chico que era el hijo de ese sujeto, le pide perdón y él no tiene la intención de escucharlo o aceptar algo que no le corresponde. Volviendo a hundirse en ese estado de angustia cuando escucha del resto que fue víctima de una venganza.

Vuelven a culparlo, haciendo que sus padres entreguen dinero para que dejen de hablar al respecto y dejen de involucrarlo en algo que no es cierto.

Recuerda con una extraña sensación entre la risa y la vergüenza que, a los diecisiete, comenzó a mejorar en su vida. Haciéndose un poco rebelde por todo lo que le arrebataron en esos años y dando sus primero pagos para sus primeras veces.

Un amigo nuevo amigo, un amor falso, una relación e incluyendo el sexo.

No le dice sobre las peleas con sus hermanos, el como se molestaron con él por hacer eso y diciéndole que piense en el peligro de sus actos. No era algún reproche, pero lo sentía como si le echarán en cara el suceso a esa edad.

Le dice que, a los diecinueve, los hijos de los nuevos socios se acercaban a él de forma amistosa, dejándolo solo cuando escuchaban lo ocurrido y llamándolo fenómeno porque no era la forma en que un omega debe comportarse.

Que otros mas se acercaban a él por la curiosidad de saber más sobre su cuerpo, si era verdad que incluso en ello era defectuoso. Encontrando los patrones de sus pláticas, le fue más sencillo deshacerse de la gente que iba con esas intenciones.

Le cuesta con emoción como Yuki no lo juzgo, que incluso ella fue el punto clave para poder soltar su pasado, negándose en un principio a la ayuda de Nobara y Megumi, pero respetando su espacio y sin dejarlo solo ningún momento.

A los veinte, no hubo más rastros de su tormento. Aceptando que la gente buscaría meterlo en problemas, pero estando listo para afrontarlos a todos junto a la gente que lo quería. No olvida que el psicólogo se acaba, respirando ante la libertad que siente por ello y diciéndole alguna anécdota graciosa sobre esos años hasta la actualidad.

Le dice también lo ocurrido de aquella noche, sus manos manchadas de sangre de nuevo apesar de que creyó que nunca más lo haría y termina con su razón del por qué acudió a esa aplicación.

Alfa en alquiler »GoyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora