Narra Megan.
Empecé a despertarme debido a unos quejidos de alguien que estaba tumbado a mi lado. Cuando por fin pude distinguir de quién eran los quejidos,me di cuenta que estaba con Soph. Abrí los ojos de golpe y... mala idea. La cabeza parecía que me estallaría en cualquier momento. ¿Qué pasó anoche? No me acuerdo de nada. Recuerdo que un chico vino a traerme una copa, lo ignoré y me llamó aburrida, me cabreó y me bebí el vaso de golpe. Después de eso... nada. No recuerdo absolutamente nada.
-Megan, tráeme una pastilla del cajón. La cabeza me va a reventar.-Dijo quejándose y aunque hablaba en un simple susurro yo lo escuchécomo si me estuviese gritando en el mismísimo oído.
-Baja la voz bruta, a mi también me duele.
-¿Te duele la cabeza? Será del cansancio, yo estoy resacosa.
-Yo también. -Dije aguantándome la cabeza como si eso me fuese aayudar en algo.
-¿Cómo que tú también? ¿Bebistes? Ay...
-Necesito una pastilla.
-Yo otra.
-Tendremos que ir las dos a por ellas.
-¿Qué? ¿Por qué yo? Siempre vas tú...
-Siempre eres tú la resacosa, no yo...
-Está bien, vamos, pero me vas a tener que contar lo que pasóanoche.
Buena suerte con eso Soph, porque ni yo me acuerdo. Ambas nos levantamos de la cama con mucha tranquilidad, me costó ponerme de pie, pero Soph parecía tener más práctica. Normal, en todas las fiestas acaba borracha. Salimos de la habitación y nos metimos en la cocina, cogí dos vasos y Soph dos pastillas. Me pasó una y yo le pasé un vaso,los llenamos y nos tragamos la pastilla.
-¿Mejor? -Dijo Soph.
-Ha hecho efecto muy rápido. Ya no me molesta tanto.
-Son de efecto instantáneo.
-Ya veo.
-Bueno, Megan, ¿qué pasó anoche?
-Soph, no me acuerdo. De nada. Absolutamente de nada. Recuerdo que un chico se me acercó a ofrecerme una copa de algo, y me negué. Me llamó aburrida y un par de cosas más durante un rato y me bebí el vaso de golpe y lo mandé a la mierda. Después de eso... nada. No recuerdo nada.
-Increíble. Te emborrachaste. Que fuerte.
-Sí, bueno, me debes algo.
-¿El qué?
-¿Quién es el chico que te gusta? -Dije sonriéndole y ella sesonrojó.
-Bueno, vale. Te lo tengo que decir, un trato es un trato y yo norompo los tratos, tú lo sabes, como cuando aquella vez en el colegiocuando...
-Soph, al grano. -Sus tácticas ya no funcionan conmigo.
-¡Está bien! ¡Me gusta Austin, el chico nuevo! ¿Feliz?
La miré sorprendida y de pronto me vinieron imágenes del chico nuevo y mías juntos. Es imposible, quiero decir, no he pasado tiempo con él. A lo mejor lo soñé. Sacudo la cabeza y sigo prestando atención a mi amiga.
-¿En serio?
-Sí. Tienes que reconocer que el chico es guapísimo, intenté acercarme a él en la fiesta pero al parecer me emborraché demasiado pronto. -Se reía incómoda y le sonreí.
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Serás mía.
RomanceMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...