Capítulo 22.

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Narra Megan.


Lo de descubrir qué me está ocultando Soph puede que me lleve más tiempo del que creo que me llevará, más que nada, porque ni si quiera me responde las llamadas y cuando voy a su casa, nadie me abre. Con que... tendré que averiguarlo por algún otro medio.


Lo que sí me ha dicho James, es que hablaremos dentro de unos días, porque el instituto hará una especie de ''fiesta'' y los alumnos que ya acabaron sus estudios anteriormente, pueden asistir también. Por eso es que James estará allí. Y quiere decirme algo importante. Espero que sea algo que me ayude con esta investigación que estoy llevando a cabo, porque si llega a plantearme más dudas juro pegarle bastante fuerte donde más le duela. Sí, sabéis donde me refiero.


Escucho las risas en la planta de abajo de mi hermano y Austin.


Sí, Austin está en mi casa.


Qué alegría, ¿verdad?


Pues no, no es una alegría.


¿O quizá sí?


- ¡Megan, la comida está lista! -Grita mi hermano.

- ¡Voy!


Me levanto de la cama y salgo de mi habitación, al bajar las escaleras noto un olor demasiado agradable que me guía hasta la cocina.


- Joder, qué bien huele, ¿qué se supone que estáis preparando? -Pregunto sentándome en la mesa.

- Solomillo con patatas. -Responde Austin.

- Pues huele exageradamente bien.

- Y tú eres una exagerada. -Dice mi hermano.

- Es que tengo hambre. -Respondo encogiéndome de hombros.

- Pues aquí tienes. -Dice Austin dándome un plato que parece delicioso.

- Me dan ganas de llorar del simple hecho de pensar que en algún momento se me acabará todo lo que tengo en el plato.


Ambos chicos ríen y yo sonrío y empiezo a comer.


¡Joder, esto está demasiado bueno!


- ¿Te gusta? -Pregunta mi hermano.

- Sí, joder, esto está muy bueno.

- Me siento halagado. -Dice y le doy un golpe en el hombro. -En realidad la mayor parte la ha hecho Austin.

- Quien diría que sabes cocinar. -Digo riéndome y él alza sus cejas haciéndose el importante.

- Pues ya ves, tengo bastantes buenas cualidades que no se pueden ignorar.

- Quiero más. -Digo con la boca llena.

- Tienes que estar de coña, ¿ya te lo has comido? -Pregunta Austin abriendo sus ojos exageradamente.

- ¡Te avisé de que mi hermana tiene un pozo sin fondo en lugar de estómago!

- Dejaos de tonterías y echarme más comida, esto está de muerte.

- Sí, de muerte por colesterol. Vas a ponerte enferma. -Dice mi hermano mirándome.

Serás mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora