Narra Megan.
Bien... analicemos toda la situación hasta ahora.
Siempre he pensado que James era como mi gran amor, en parte lo fue, pero ahora llega Austin y todas las ideas que tenía mínimamente claras, se vuelven demasiado confusas.
Si James hubiese confesado esto hace un mes, esto no habría pasado. Pero no, tuvo que pasar esa maldita fiesta en la que me emborraché porque un idiota me llamó aburrida y encima a Austin le tuvo que dar el impulso de venir a ver qué tal estaba. Es decir... ¿tanto le costaba mantenerse alejado?
Y lo mejor de todo, cuando intento evitar a ambos chicos intentando aclarar mis ideas, Austin me besa, y sí, ahí es el momento en el que me doy cuenta de que siento algo por Austin, ¿qué es lo que siento? Pues ni idea, y tampoco sé si realmente quiero saberlo.
Estoy sentada en el sofá viendo la tele mientras que mi hermano habla felizmente con la chica que conocí el otro día. A mi hermano se le ve bastante feliz y eso me pone muy contenta, aunque no puedo evitar que mis celos de hermana menor salgan a flote porque no quiero perderlo, somos demasiado unidos y si se lo llevan, me sentiré demasiado sola.
Bueno, también tenemos la parte en la que Soph se comporta de la manera más rara del mundo conmigo, es decir, ¿por qué me ignora o se enfada tanto conmigo? Tengo el presentimiento de que ella sabe cosas que pasaron en la fiesta entre Austin y yo, y por eso se comporta así, pero tampoco quiero arriesgarme a que no sea eso y solo empeore más la situación. Eso sí, tengo que hablar con ella lo más pronto posible.
Estoy demasiado confusa como para tomar una decisión definitiva, quiero decir, no puedo decirle a James que me gusta si tengo a Austin en el otro lado. No sería justo para él, ni para mi tampoco.
Tampoco quiero intentar nada con Austin, pues porque, también está James, y además, a Austin lo conozco desde hace unas semanas, así que en realidad no sé cómo es él realmente.
Mi hermano finaliza la llamada y se sienta a mi lado sonriendo como un idiota. Me alegra verlo así.
- ¿Estás feliz? -Pregunto mirándole.
- Mucho, realmente, es genial. -Dice estirándose.
- Tiene que gustarte mucho esa chica para que estés así. Digo, nunca te había visto sonriendo así.
- ¿Así como? -Pregunta confuso pero sin perder la sonrisa.
- Como un idiota que babea detrás de una chica. -Digo con una leve risa.
- Es que es muy diferente al resto de chicas con las que he estado. -Le miro alzando las cejas. -Sabes que he estado con muchas chicas, pero nunca han sido relaciones serias. Pero con ella es distinto, no lo sé, solo que es estupenda, es divertida, inteligente... -Dice sin perder esa sonrisa.
- Es preciosa, sinceramente, si de verdad te gusta, creo que deberías ir a por ella. -Digo encogiéndome de hombros.
- Pensaba que me dirías que la quieres matar o cosas por el estilo. -Dice con un poco de burla y me río.
- Normalmente cogería a la chica y la asustaría de tal modo que no querría volver a acercarse por aquí, pero es que te veo muy feliz y eso en cierto modo, me hace feliz a mi. -Digo sonriéndole y me devuelve la sonrisa.
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Serás mía.
Любовные романыMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...