Narra Austin.
- Aún no me acostumbro a verte con esa sonrisa de idiota. -Dice Amber sentándose a mi lado.
- ¿Qué sonrisa? -Pregunto.
- Joder Austin, estás idiotizado con esa chica, normal que pase de ti.
Golpe bajo.
- Eso no ha tenido gracia. -Digo entrecerrando mis ojos hacia ella.
- Pues a mí me ha hecho mucha gracia. -Dice Ash bajando las escaleras.
- La llamaste esta mañana para felicitarla y colgaste antes de que te dijese algo. Dime, ¿eso no es ser idiota?
- No lo sé, ¿vale? Simplemente he querido felicitarla en un día especial, supuestamente hoy su hermano debía contarle unas cosas que cambiarían, por decirlo así, su vida.
- ¿Qué cosas? -Dicen Ash y Amber al mismo tiempo.
- Yo que sé.
- Anoche también hablaste con ella, ¿verdad? -Pregunta Ash y asiento con la cabeza.
- ¿No era que al menos querías ser solo su amigo? ¡Tiene novio! -Dice Amber y ruedo los ojos.
- Ella no le quiere.
- ¿Y tú cómo lo sabes?
- ¿Cómo va a querer a una persona que no se preocupa por ella lo suficiente, que no la llama aunque sea solo para sacarle una leve sonrisa, que no la lleva a ningún sitio a no ser que ella sea quien lo llame a él? ¡Es un idiota! -Digo exasperado.
- Y tú, hermano mío, estás celoso. -Dice Ash.
- Muy celoso. -Dice Amber y ambos chocan los puños.
- Iros a la mierda. -Me cruzo de brazos y me echo hacia atrás en el sofá.
- No te enfades Austincito.
- Amber...
- Dime, Austincito.
- ¡Deja de llamarme así!
- Es impresionante que se enfade tan rápido.
Mis hermanos siguen hablando sobre mí pero dejo de prestarles atención y la voz de Megan llega a mis oídos. Escucho en mi cabeza cada insulto, cada grito, cada cosa que me ha dicho.
Y no puedo evitar pasar uno de mis dedos por mis labios al recordar aquel beso...
Bueno, aquellos...
- Tierra llamando a Austin, joder, seguro que esa chica no debe vivir tranquila, la acosas en tus pensamientos.
- ¡Déjame en paz, idiota! -Digo molesto mirando a Ash y éste ríe.
- Está bien, dejad de pelear imbéciles. -Dice Amber rodando los ojos. -¿Por qué no haces algo?
- ¿Algo como qué?
- ¡Vamos! Tienes que ser más directo.
- Ella sabe que me gusta.
- Tienes que hacerle saber que estarás ahí para ella.
- Estoy para ella.
- Austin, tengo ganas de abofetearte, ¿puedes dejarme hablar por una vez en tu vida? -Gruño y Amber sonríe. -Gracias.
- Adelante, inspírame con tu sabiduría.
- A ver, a pesar que estoy en contra, muy en contra, de que mis hermanos tengan novia, pienso que deberías arriesgarte. Quiero decir, ¡ve tras ella! Si estás tan seguro de que ella no quiere a su novio, ¿qué tienes que perder? Nada. Actúa como has estado haciendo hasta ahora, pero cuando estés con ella, quiero decir, cara a cara, bésala.
- Quiero seguir conservando la parte de mi cuerpo que asegura que soy un hombre.
- Lo sé cariño, por eso te he dicho que te tienes que arriesgar.
Mi hermana se levanta y va hacia la cocina, mi hermano la sigue esperando que ella le prepare algo de comer.
A quien engaña, el único que cocina algo aquí soy yo y ni eso.
Me replanteo las cosas que me ha dicho mi hermana y... creo que tiene razón.
Debo arriesgarme.
¿Es muy arriesgado?
Probablemente.
¿Saldré herido?
Lo más probable es que salga herido físicamente, psicológicamente aún no estoy seguro de eso.
¿Y si todo sale bien?
Sí, definitivamente, vale la pena correr el riesgo.
- Serás mía.
Le mando ese mensaje y unos segundos después me contesta.
- Recuerdo esas palabras...
¿Las recuerda?
- Pues no las olvides, pasará.
Y con ese mensaje enviado, apago el móvil y me centro en hablar de nuevo con mi hermana.
Ella será mía.
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Capítulo cortísimo y espantosísimo. Soy consciente de ello. Pero la imaginación ha desaparecido de mi cabeza, el próximo será mejor.
No os voy a preguntar ni qué pensáis del capítulo porque a mí sinceramente, no me ha gustado y supongo que a vosotros, pues tampoco. Y lo entiendo.
¡Gracias por leer, votar y/o comentar!
Pd: No quiero lectores fantasma por favor, escribo porque me gusta pero lo hago más seguido para que no tengáis que esperar mucho por un nuevo capítulo, así que por favor, un voto, un comentario... no os cuesta nada:)
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Serás mía.
Roman d'amourMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...