Narra Megan.
Llegué a clase temiendo por mi vida, ya que allí estaría Austin y tendría que hablar con él. No entiendo que manía le ha entrado ahora a todo el mundo con querer hablar. Pero Austin y James me persiguen por todos lados. Ambos quieren hablar conmigo, Austin quiere recordarme cada una de las gilipolleces que hice la noche que me emborraché y James quiere pedirme que sea su novia. Lo mejor de todo es que llevo días sin ver y sin hablar con Soph y mi hermano ha estado muy ocupado con esa chica. ¿Y qué se supone que he estado haciendo yo? Evitando a dos chicos. ¡Necesito tiempo para pensar, me están agobiando!
- Hola Megan. -Soph se acercó a mi cuando ya me había sentado en mi sitio.
- Hola Soph, ¿qué pasa?
- Mi hermano me ha dicho que aún no has hablado con él.
- No, aún no. Necesito tiempo para poder pensar.
- ¿Pensar en qué?
- En qué quiero hacer. Es decir, no quiero salir con James hasta que no esté segura de ello.
- ¿Qué te hace dudar?
¿Por qué mi amiga está tan rara conmigo últimamente? Tiene respuestas cortantes y se comporta de una manera muy borde. ¿Ella quiere que salga con su hermano? ¿O qué le pasa?
- Nada. Solo que no sé. No es algo que sea para decidir en el mismo momento.
- ¡No te entiendo Megan, de verdad que no! -Se fue enfadada a su sitio y yo me quedé confundida en el mío.
- Tenemos que hablar. -La voz de Austin a mis espaldas hizo que me diese la vuelta.
- ¿No puedes esperarte una semana?
- No. Ahora. Vamos. -Salió de la clase esperando que saliese detrás de él y... lo seguí. Ha llegado la hora de afrontar el problema número uno.
- Vale... ¿qué quieres?
Me miraba fijamente. No decía ni una palabra. Me empezaba a poner nerviosa. Esto tiene que acabar ya.
- Dime que ya si te acuerdas de lo que pasó la noche de la fiesta, por favor.
- Si me acuerdo... -Los ojos le brillaban de felicidad pero aún así seguía manteniendo su cara seria.
- ¿De todo?
- De todo.
- ¿Y qué opinas al respecto?
- ¿Debería opinar algo?
- Yo creo que sí.
- ¡Estaba borracha!
- ¿¡Y qué!?
- ¡Se hacen muchas tonterías cuando se está borracha!
- ¡Pero es que yo no estaba borracho!
- ¿Qué?
- Al menos no mucho.
- ¿Qué?
- ¡Estuve consciente todo el puto tiempo! No quise besarte, ni si quiera quise estar contigo en la puta fiesta. Pero no sé por qué me molestó que un idiota te diese alcohol. Me molestó que muchos chicos te mirasen mientras bailabas encima de la puta mesa. Y cuando me besaste pues... ¡soy un hombre! ¿vale?
- Esto es imposible. Esto no ha podido pasar.
- ¿El qué? ¿Qué tenga ganas de volver a besarte? ¿Que quiera pasar tiempo contigo? ¡No sé qué mierda es esto, ni qué mierda hizo que pasase todo esto, pero no lo puedo remediar!
No podía creerme ninguna de sus palabras. Y el efecto que sus palabras tenían en mi tampoco me estaba gustando nada.
- Austin... olvídate de mi. -Me dolió decir esas palabras e incluso tenía ganas de llorar. ¿Qué mierda me está pasando?
- No.
- ¿Por qué no?
- No puedo.
- Claro que puedes.
- Bueno, a lo mejor puedo, pero no quiero hacerlo.
Se acercó y rápidamente unió sus labios con los míos. Dentro de mi se desató una lucha interna. Por un lado está James pero es que... en el otro lado está Austin. Oh mierda, en el otro lado está Austin.
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Capítulo corto, lo sé y lo siento, pero mañana subiré otro para compensaros.
¡Las cosas empiezan a complicarse más para Megan!
¿Qué opináis de que Austin insista con ella? ¿Y del comportamiento de Soph? ¿Creéis que Megan pronto tendrá su conversación con James?
Mmmm... quien sabe.
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Serás mía.
RomanceMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...