Narra Megan.
Abro los ojos lentamente notando un leve dolor en mi cabeza. Me siento algo desorientada por estar recién levantada, pero enseguida recuerdo todo lo ocurrido antes de irme a dormir y me alegro muchísimo de que no esté muriéndome por un dolor de cabeza desesperante.
Me levanto de la cama y busco mis zapatillas debajo de ésta, me las pongo y me dirijo a la planta de abajo para buscar a Dylan.
- ¿Dylan? -Pregunto y un ruido en el salón me hace saber que está ahí.
- ¿Megan? -Pregunta y enseguida se siente correctamente en el sofá, se había quedado dormido. -¿Cómo estás?
- Bien, ya casi no me duele la cabeza. -Le doy una pequeña sonrisa y él sonríe y asiente con la cabeza.
- Menos mal que estás bien, estaba preocupado.
- Tranquilo, ya pasó. -Me siento a su lado y él pasa su brazo por mis hombros.
- ¿Quieres comer algo?
- No tengo hambre.
- Está bien. Por cierto, vino un chico a buscarte, se preocupó cuando le dije que estabas enferma y me dijo que lo llamases cuando despertaras.
- ¿Quién era?
- Me dijo que se llamaba Austin.
- Joder.
- ¿Qué pasa?
- Nada, no pasa nada.
- También ha llamado James a casa, quería quedar contigo, pero también le dije que estabas enferma y también me dijo que lo llamases.
- Dylan.
- Dime.
- La mala suerte me persigue.
- ¿Me quieres contar lo que ha pasado?
- ¿Tienes tiempo?
- Por supuesto.
- ¿Prometes no enfadarte, reírte, humillarme...?
- Prometido.
- Bien... pues la cuestión es la siguiente...
Empiezo a contarle todos los sucesos acaecidos desde el día de la fiesta. Mi hermano se muestra comprensivo durante la conversación y parece tragarse sus palabras al querer regañarme por emborracharme en una fiesta. Aún así sigue escuchándome y cuando acabo de contarle toda la historia, empieza a analizar todo lo que le he dicho.
- Así que, te emborrachaste en aquella fiesta, lo que causó que Austin estuviese contigo ''cuidándote'' y al día siguiente, tú no recordabas nada, solo pequeñas cosas que no te mostraban a tu acompañante.
- Exacto.
- Pero Austin no estaba borracho en la fiesta, por lo que él si te recordaba e intentó hablar contigo, pero tú no lo recordabas y lo trataste de forma indiferente como estuviste haciendo desde que lo conociste.
- Sí.
- Pero él no se iba a rendir y te besó.
- Ajá.
- Unos días después hubo otro beso en el cual sí colaboraste... -Me sonrojo y asiento con la cabeza. -James te propuso salir con él y has estado confundida porque ambos chicos te gustaban a su modo. James como tu amor platónico ya no tan platónico desde pequeña, y ahora Austin. -Vuelvo a asentir con la cabeza. -Besaste a James para comprobar que sentías al besarlo a él, viste que sentías algo más por Austin, entraste en pánico y aceptaste la propuesta de salir con James una semana de prueba. -Asiento de nuevo. -Y ahora estás jodida porque Austin te ha visto besando a James, se ha cabreado, te has estresado y ambos chicos esperan una llamada tuya.
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Serás mía.
RomanceMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...