Narra Dylan.
Veo a mi hermana correteando por la casa mientras ríe sin parar.
- ¡Megan deja de dar vueltas que te vas a marear! -Digo siguiéndola con la mirada. Mi hermana hace caso omiso a mis palabras y continúa corriendo.
Pocos segundos después se escucha un golpe y a mi hermana llorar.
Sabía que terminaría cayéndose.
- ¡Megan! -Voy corriendo hasta donde mi hermana se encuentra tirada en el suelo llorando. -¿Dónde te has hecho daño?
- Aquí. -Dice mi hermana señalando su rodilla mientras llora. Levanto su pantalón hasta la altura de la rodilla y veo que solo ha sido un golpe sin importancia.
- Ven aquí. -Digo y la siento encima de mis piernas. -¿Ves como debes hacerme caso?
- Sí. -Dice Megan y escucho a Rose bajando las escaleras.
- ¿Qué ha sido ese ruido? -Pregunta llegando hasta nosotros y mira la rodilla de Megan. -Oh cariño, ¿te has caído? -Pregunta cariñosamente y Megan asiente con la cabeza. -¿Te duele? -Megan niega con la cabeza y Rose le sonríe. -Esa es mi chica valiente.
Megan le da una amplia sonrisa con sus pequeños dientes y se levanta de mis piernas para sentarse en el suelo junto a sus juguetes.
Rose se sienta a mi lado y coge mi mano.
- ¿Cómo estás Dylan? Últimamente te noto un poco nervioso. -Dice Rose y yo asiento levemente con la cabeza.
- No quiero ir al colegio. -Digo y Rose ríe levemente.
- Ningún niño al parecer quiere ir al colegio, pero allí después os lo pasáis genial, harás muchos amigos y aprenderás muchas cosas. -Dice dulcemente y le sonrío débilmente.
- Lo sé, me gusta aprender y hacer amigos pero tengo miedo. -Digo y Rose me mira con preocupación.
- ¿Miedo por qué?
- Porque Megan también tendrá que ir al colegio y tengo miedo de que cuando estemos separados mis papás la encuentren y se la lleven. -Algunas lágrimas salen de mis ojos y Rose palidece.
- Cariño... -Rose acaricia mi cabeza lentamente mientras lloro. -No debes preocuparte por eso, tus papás no os van a encontrar aquí.
- ¿Me lo prometes? -Digo levantando mi cabeza para observarla.
- Te lo prometo.
Le doy una pequeña sonrisa y limpio las lágrimas de mis ojos. Observo a Megan mientras juega con sus muñecas, hace vocecillas extrañas e inventa diálogos sobre qué están diciendo las muñecas. Río un poco al verla, y al notar que la observo, me mira. Y al verme reír, me sonríe y sigue jugando.
- Eres un chico muy valiente Dylan, tu hermanita lo sabe. -Dice Rose y yo asiento con la cabeza. -¿Sabes que Megan te tiene mucho aprecio? Para ella eres la persona más valiosa del mundo, ese puesto jamás podrá quitártelo nadie.
- Ella es mi hermanita, la única chica de mi vida. Yo no aguantaba más en esa casa sabiendo todo lo que le hacían.
- Cuando Megan sea mayor y sepa todo esto, ella va a sentir que es la chica más afortunada del mundo. ¿Sabes? Ella va a ver el hermano tan genial que tiene.
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Serás mía.
RomantizmMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...