Narra Megan.
- Gracias por haber accedido a venir a cenar conmigo. -Dice sonriendo.
- No tienes que dar las gracias... -Digo mirándolo extrañada.
- Es que se me hace raro que hayamos quedado. -Dice y me río incómodamente.
- ¿Y eso por qué?
- Es que últimamente no hablamos mucho.
- He estado algo... ocupada. Lo siento por eso.
- No pasa nada, lo entiendo. ¿Qué tal fue el día de tu cumpleaños?
- Pues estuvo bastante bien, lo pasé con mi hermano, como de costumbre. -Digo y él ríe.
- Creo que jamás serás capaz de separarte de tu hermano.
- Es mi hermano y somos muy unidos, ¡no me juzgues! Tu hermana también se pega a ti como una lapa.
- Es distinto.
- No es distinto James. -Me río y él sonríe.
- Tú consideras a tu hermano como si fuese tu ídolo.
- Es mi ídolo. -Digo sonriendo mientras remuevo la comida del plato.
Y esto lo pienso aún más ahora, sabiendo todo lo que llegó a hacer por mí, porque si él no hubiese estado... ¿Qué habría sido de mí? No quiero ni pensarlo.
- Hace un par de días que hablamos. -Dice y lo miro curiosa.
- ¿De qué se supone que hablasteis?
- Hacía semanas que no hablábamos, así que nos pusimos al día y eso...
- ¿Algo más que yo deba saber? -Digo alzando una ceja y él se ríe nervioso.
- ¡Prometí no decirte nada!
- Me vale mierda lo que prometieras, dilo.
- Me dijo que si te quitaba la virginidad me mataría.
- ¡Joder, voy a matarlo!
- ¡No lo mates!
- ¿Por qué no?
- ¡Porque sino sabrá que te lo he contado y me matará!
- ¡Sé un hombre! Si has roto tu promesa, pues deberás morir.
- Eres una insensible.
- Me lo dicen mucho.
Le saco la lengua y él levanta los brazos en señal de rendición.
- ¿Qué tal están las cosas con Soph? -Pregunta y suelto el tenedor.
- Sinceramente, pensé que tu hermana siempre sería la única amiga de verdad que llegaría a tener, pero últimamente... todo es demasiado raro. Se comporta distinto. Siempre ha sido mi amiga, ¡desde pequeñas! Y siempre ha sido la misma chica, la que grita cuando pasa un chico guapo o la que me dice que soy demasiado antipática y que no entiende por qué somos amigas. ¡Esa era Soph! Pero un día dejó de serlo... -Digo bajando el tono de voz. Supongo que hasta ahora no he sido capaz de ver que mi mejor amiga, probablemente, ya no lo sea más.
- ¿Desde cuándo está así contigo? -Pregunta mirándome fijamente.
- No lo recuerdo con exactitud... fue unos días después de la fiesta. Estoy segura de eso.
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Serás mía.
RomanceMegan Mitchell, una chica de diecisiete años que solo quiere acabar su último año de instituto en paz. Suele estar enfadada con el mundo, pero también puede ser una de las personas más dulces que pueden existir. Tiene un pasado desconocido y poco a...