Dima Voronin Smirnov
El corazón quería salirse de mi pecho.
El recuerdo de lo que habíamos hecho en ese auto no me permitía pensar con claridad, aun cuando nos dirigíamos a la oficina de Shinoda. Aun podía saborear a Izumi en mi lengua y percibir el fantasma del calor de su cuerpo en mis manos. Y sus labios... El recuerdo de estos solo me instaba a querer tomar más de ella. Cada centímetro hasta que todo me perteneciera solo a mí.
El resto del camino en auto a la mansión transcurrió en silencio. Yo no me arrepentía ni un segundo de lo que había sucedido. Había pasado mucho tiempo meditando lo que sentía y las consecuencias que podría traer y, ahora, me sentía preparado para enfrentarlas. Pero más importante, me aseguraría de que mis acciones no afectaran a mi familia.
—¿Estás lista? —le pregunto en un susurro. Hace un tiempo habían dejado de escoltarnos a la oficina de Shinoda, así que podíamos hablar sin temer que alguien nos escuchara. Y las cámaras que nos estaban grabando no tenían micrófonos; además estábamos de espaldas a ellas.
No responde, simplemente asiente y abre una de las puertas del shoji y entra. Shinoda se encontraba sentado detrás de su escritorio. Parecía que apenas había estado descansando. Los últimos días apenas se lo había visto; parecía que el hombre tenía un asunto entre manos.
—Señor Shinoda —decimos Izumi y yo al mismo tiempo y nos inclinamos apenas lo suficiente para demostrarle respeto. En otra ocasión le hubiera molestado nuestra falta de respeto, pero hoy parecía inquieto por algo mucho más importante.
—Iré al grano, ya que no tenemos tiempo que perder. Los hombres de la Triada se están metiendo en nuestros asuntos. Atacaron a un grupo de los míos que venían de camino a la mansión. Mi primo iba en uno de los autos. Lo mataron.
A medida que habla, cada parte de mi cuerpo se tensa. La Triada era una organización criminal china y era conocida por traficar personas y la prostitución... Eran hombres malos los que formaban parte de esa organización. Shinoda era un santo si nos poníamos a comparar.
—¿Has tenido problemas antes con ellos? —pregunta Izumi, que parecía imperturbable. En ocasiones, cuando la veía hacer preguntas como esa o se ponía en modo detective, me preguntaba dónde demonios había sido entrenada de verdad. Había investigado por mi parte a la organización de la que se suponía que venía, y aunque eran unas increíbles luchadoras, como ella, no parecían tener ese instinto para investigar y luego unir los puntos necesarios para resolver el problema.
Ladeo la cabeza mientras la escucho seguirle haciendo preguntas a Shinoda. Al parecer, nunca había tenido problemas de importancia con ellos, solo algún que otro roce. Así que, ¿a qué se debía este repentino interés por la familia de Shinoda? Antes de que pueda hacer esa pregunta, Izumi le pregunta si alguien más, además de él, sabía que su primo iba en el auto y si el número de hombres que lo acompañaban era el mismo de siempre.
Eran preguntas muy específicas, demasiado para una mujer entrenada únicamente para matar. Era la primera vez que veía más allá de su irritante, en ocasiones, sentido del humor y la manera en que su cuerpo me hipnotizaba. Era muy consciente de lo inteligente que era Izumi; era algo que me había gustado de ella de inmediato, pero había un instinto en ella que muy pocas personas poseían.
¿Saben qué número de personas tenían ese instinto?
Los psicópatas y la policía.
Su postura, la manera en que miraba todo lo que la rodeaba, como si aprendiera y estudiara cada cosa y persona. Miraba a las personas como si vigilara que todo lo que dijeran fuera verdad, tal como observaba a Shinoda en estos momentos. La recorro con la mirada, detallando cada tensión y soltura de su cuerpo. Tenía una mano en su cintura, cerca del arma que se encuentra sujeta a su muslo derecho; la mayor parte de su peso parecía estar puesta sobre esa pierna. Su cabeza se encontraba ligeramente ladeada y su pie izquierdo chocaba constantemente contra el suelo de madera, ocasionando un tap, tap cada pocos segundos.
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Fascinada por un mafioso © [Libro 4] | [Próximamente en Físico]
Romance[BORRADOR] ≼Dinastía Criminal-Libro 4≽ Dima Voronin, heredero de un imperio criminal, está comprometido con Jun, la hija del líder de la mafia yakuza, en un intento de unir dos poderosas facciones. Sin embargo, su corazón es robado por Mei Yoshida...