Capítulo 19

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Mei Yoshida

«Encontraré la forma de sacarnos de esto sin ahogarnos en el proceso»

Sus palabras resuenan con fuerza en mi mente mientras me hago pazo entre un par de personas felicitándome por haber ganado. Generalmente siempre disfrutaba de estos momentos, eran los únicos en lo que era verdaderamente yo, a pesar de que me encontraba bajo una identidad falsa.

Entré a las carreras ilegales cuando tenía quince años, ciertamente a mis padres no les hizo ninguna gracia que tomara por meses su auto para practicar y participar en carreras clandestinas, pero haberme esforzada por tanto tiempo me hizo la mejor. Era uno de los motivos por los que también me habían asignado esta misión, sabían que Shinoda había estado buscando a alguien que corriera en su nombre y no había nadie en la agencia que tuviera la misma destreza para conducir que yo. Tal hecho le había golpeado demasiado fuerte a James en el ego. Pobre.

Me dirijo al almacén luego de terminar con las felicitarme. Necesitaba alejarme por unos minutos de la multitud, me sentía abrumada. Debía poner en orden todo lo que sentía o cometería una estupidez. El plan en cada una de las carreras era llevar a Nick como copiloto, el chico le agradaba demasiado a Shinoda y era el que le informaba de todo al mismo, por lo que uno de mis objetivos principales cuando llegué aquí fue acercarme a él, pero hoy sin darme cuenta envié ese plan a la basura y asigné a Dima como mi copiloto ¿Y lo peor de esto? No me arrepentía, lo había disfrutado como nunca.

Sentir la mirada de Dima sobre mi mientras conducía había hecho todo aún más emocionante, admitía que me había lucido un poco solo para sorprenderlo.

Me siento sobre uno de los capos de uno de los autos y tomo una larga respiración. Debía explicarle a Nick antes de que hablara con el señor Shinoda porqué había elegido a Dima como mi copiloto, lo último que necesitaba era a Shinoda sospechando de que intentaba quitarle el prometido a su hija. Lo que por supuesto no era cierto.

—¡Izumi! —el grito de mi nombre me sobresalta, saco el arma de la cinturilla de mi pantalón y le apunto a la persona que gritó—. ¡Mierda! ¡Cálmate! —Nick tenía las manos en alto y pasaba la mirada de mi al arma.

—Lo siento. Me asustaste —bajo el arma y la guardo. Sino se había dado cuenta de lo nerviosa que estaba ahora lo sabía. Nunca me asustaba con tanta facilidad—. Justo iba a ir a buscarte.

Su expresión pasa de la sorpresa a la felicidad.

—Quería felicitarte por la carrera. Lo hiciste increíble —sonrío genuinamente por sus palabras.

—Gracias. Quería pedirte perdón por haberte quitado tu puesto de copiloto. Solo quería enseñarle a Dima como era ver una carrera de verdad —Algo que me disgustaba de esta identidad es que era muy arrogante en ocasiones. Los psicólogos de la agencia habían creado el perfil. Tenía conocimiento de que Dima era un excelente corredor, tal vez el único contrincante digno para mí, por lo que insinuar que él no sabía lo que era una carrera de verdad no me hacía sentir especialmente bien conmigo misma.

—No te preocupes. Sé que fue solo por esta vez. Nadie puede impedir que sea tu compañero de carreras más de una vez —me guiña un ojo y se da la vuelta encontrándose con un muy serio Dima.

Oh, mierda. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Y cuánto había escuchado?

—Tenemos que irnos. Shinoda ha solicitado tu presencia —La frialdad en su tono podría congelar todo el infierno de ser posible. Me pongo de pie y paso por su lado sin dirigirle la palabra, le echo un último vistazo a Nick y me despido de él con un movimiento de la mano.

Me dirijo al auto y abro la puesta del puesto de conductor, pero antes de que pueda subirme una gran mano la cierra de golpe.

—¿Qué cara...?

Fascinada por un mafioso © [Libro 4] | [Próximamente en Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora