Dima Voroinin Smirnov
Hago una mueca al primer intento de bajarme del auto, todo el costado derecho me dolía como la mierda y creí que luego de una semana en el hospital el dolor sería llevadero, pero había estado jodidamente equivocado.
Intento ponerme de pie de nuevo y en el camino una pequeña mano rodea mi cintura y me ayuda a enderezarme. Jun me dedica una de sus pequeñas sonrisas y me ayuda a llegar a mi habitación. Shinoda no estuvo nada feliz cuando le dije que me quedaría un par de días en su casa antes de volver a Rusia, pero lo cierto era que no podía negarse y tenía dos cosas que hacer antes de irme.
—Gracias. —digo entre dientes cuando me dejo caer en la cama. Me sentía como si hubiera corrido una maratón, cuando tan solo habían sido unos cuantos pasos. Observo por unos minutos a la mujer frente a mi, que me miraba con amabilidad, tal como comenzó a hacerlo luego de que llegamos a nuestro trato semanas atrás—. Lo siento, Jun.
La culpa por lo que le hice pasar el último mes se remueve en mi pecho. Estuvo bajo mucha presión por mi culpa entre los paparazzi, su padre, la idea de casarse, y aunque no me arrepentía de cancelarlo todo, me importaba su bienestar. Era una increíble persona en este mundo de mierda, se merecía a alguien mucho mejor y yo no estaba dispuesto a cambiar por ella. Solo había una persona por la que cambiaría mi mundo entero y no la había visto desde hace una semana.
—Está bien. Siempre supe que no era la mujer para ti. —Toma asiento a mi lado—. Cuando nadie te presta atención tienes la oportunidad de observar a las personas con detenimiento y descubrí algo durante el tiempo que compartí contigo.
—¿Y eso es? —pregunto mirando el techo de la habitación con detenimiento.
—El día que llegaste aquí estabas dispuesto a casarte conmigo, pude ver la determinación en tus ojos, pero a medida que los días transcurrieron comencé a percibir cierta indecisión. Ya no eras tan atento y conversador, te perdías en tus pensamientos cuando en un principio absorbías cada una de mis palabras. —Logro vislumbrar su sonrisa aun cuando solo podía ver el perfil de su rostro—. Ahí fue cuando supe que algo mucho más importante que la necesidad de hacer sentir orgulloso a tu familia había captado tu atención.
Frunzo el ceño.
—¿Cómo lo...?
—Yo estuve dispuesta a hacer lo mismo. —dice deteniendo mis palabras.
—No sé si son las drogas que todavía están en mi cuerpo y me hacen un poco lento, pero no te estoy entendiendo.
Se ríe por lo bajo y se gira para verme. Había tanta comprensión en su mirada que me hacía sentir ligeramente incómodo.
—Estaba dispuesta a casarme hace un año contigo para hacer sentir orgulloso a mi padre. Después de todo, su vida sería mucho más sencilla si hubiera tenido a un hijo.
—¿Y qué cambió?
—Me enamoré.
Mis ojos se abren como platos. No me había esperado esa respuesta, aunque ahora estaba agradecido con aquel desconocido, porque si Jun se hubiera enamorado de mi y mis acciones le rompieran el corazón, me haría sentir como una mierda, porque no merecía tal cosa.
—¿Tu padre lo sabe? —pregunto en un susurro, temiendo que entre como un huracán a la habitación al escuchar que su hija se ha enamorado. Niega—. Sabes que intentará alejarte de él cuando lo sepa, ¿no? ¿Y cómo demonios lo conociste? Apenas si te dejaban salir cuando llegué aquí.
Ríe entre dientes, se deja caer a mi lado y entonces suelta la bomba.
—No es un él. Es un ella.
—Joder. —Es la única palabra que mi boca es capaz de pronunciar, ¿porque qué demonios decías cuando alguien te soltaba algo así?—. ¿Entonces eres bisexual o lesbiana?
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Fascinada por un mafioso © [Libro 4] | [Próximamente en Físico]
Romance[BORRADOR] ≼Dinastía Criminal-Libro 4≽ Dima Voronin, heredero de un imperio criminal, está comprometido con Jun, la hija del líder de la mafia yakuza, en un intento de unir dos poderosas facciones. Sin embargo, su corazón es robado por Mei Yoshida...