Narra Israel: Llegó el día del partido, desde temprano estábamos nerviosos pues es bien sabido que estos partidos son de suma importancia, estuvimos en el hotel preparándonos para ir al estadio de nuestro rival. Después de unas cuantas horas nos subimos al autobús para llegar por fin al estadio, en cuanto llegamos, nos preparamos para salir a la cancha a calentar, intentaba buscar con la mirada a ____ pero me fue prácticamente imposible. Después de un rato de calentar bajamos para la plática inicial y prepararnos para el inicio del partido.
Henry: Este es nuestro momento. Todo lo que hemos trabajado, todo el esfuerzo, las horas de entrenamiento, nos han traído hasta aquí. Hoy es el día de demostrar de qué estamos hechos. Jugamos con el corazón, con inteligencia y con coraje. No importa el rival, lo que importa es que cada uno de nosotros dé lo mejor. Luchamos como un equipo, nos apoyamos, y salimos a ganar. ¡Vamos a dejarlo todo en el campo!
Subimos muy motivados, iniciamos con el protocolo habitual, y cuando Henry estaba con el otro capitán del equipo rival decidiendo de qué lado de la cancha íbamos a empezar, note a lo lejos a Santiago con su grupo de amigos, mirándonos mientras se reían.
Emilio: ¿Y ese trío de imbéciles de qué tanto se ríen?
Ale: Parece que de nosotros.
Malagon: No, yo creo que no es de todos.
Álvaro: ¿ A qué te refieres?
Malagon: De todos nosotros, al que más han volteado a ver es a Israel.
Igor: Seguramente lo hacen para sacarnos de nuestras casillas, no hay que permitirlo. Dejemos de ponerles atención.
Después de eso volvió Henry y nos acomodamos en el área del campo que nos tocaba, comenzó el partido, la verdad todo estaba siendo demasiado tranquilo, lo único que notaba es que Santiago se esforzaba por tener algún tipo de encontronazo conmigo. Honestamente me causaba un poco de gracia, pues se veía mucho más concentrado en generar una pelea que en meter goles. Después el partido comenzó a calentarse, entre varios empujones y palabras, en una de esas ocasiones nos vimos involucrados varios y a pesar de qué yo sólo entré a intentar tranquilizar a mis compañeros, pude escuchar algo que Santiago dijo
" Qué se siente que la mujer que te gusta haya venido hoy al partido con otro, y no sólo eso, que además de todo traiga puesta mi playera"
" Se nota que babeas por ella, pero lamento decirte mi hermano que ella ya eligió y por supuesto no fue a ti. Por eso no quiso venir sola a verte, no sabes lo rico que me la he pasado con ella y la cantidad de cosas que hemos hecho. Yo si soy un hombre que sabe cómo satisfacer a una mujer."
Estaba decidido a contestarle, pero Emilio me tomó del brazo y me sacó de ahí, en ese momento el árbitro pitó el medio tiempo. Bajé lleno de enojo y coraje por la cantidad de cosas que lo había escuchado decir, y para sorpresa de nadie él bajo casi inmediatamente después de nosotros, supongo que esperaba que nos peleáramos en los vestidores. Pero hubo algo que no tomo en cuenta... estaba muy decidido a enfrentarme, alguien le tocó el hombro y en cuanto él se giró recibió una bofetada.
" Solamente vengo a dejarte dos cosas muy en claro, numero 1, no tienes ningún derecho a estarme acosando, vigilando y siguiendo a donde quiera que voy, que falta de respeto que se te haya ocurrido mandar un "regalo" a una casa ajena, a una casa que no es mía. Y número dos, vengo a traerte tu asquerosa playera, no sé con qué intención estás haciendo esto, pero me parece muy bajo. Que te quede claro que yo estoy y siempre estaré con el club de mis amores y con cada una de las personas que lo integran. ALÉJATE DE MI. "
Esa voz, esa inconfundible voz.
