Narra TN: Ha pasado un mes desde que regresé a Argentina, mis amigos aquí se han convertido en una segunda familia, pero hay un rincón en mi corazón que siempre ha estado reservado para Israel. La promesa que nos hicimos antes de mi partida nunca se ha desvanecido.
Sin embargo, la situación con Valentín ha sido complicada. Desde el primer día que llegué, ha estado insistiendo en salir conmigo. Aunque he intentado dejarlo claro, él sigue buscando mi atención, y tras varios rechazos, he decidido que lo mejor será bloquearlo de todas mis redes sociales para evitar cualquier contacto.
Este fin de semana, Clara y yo decidimos ir a un café cercano que tiene una hermosa vista de la ciudad. Mientras disfrutábamos de un café con leche y un par de medialunas, no pude evitarlo.
Clara: ¿Sigues pensando en él, verdad?
TN: No puedo evitarlo, Clara. Cada vez que algo me recuerda a México, pienso en Israel.
Clara: Tal vez deberías hablar con él.
Su comentario me hizo reflexionar. Desde mi llegada, había estado evitando ese tema.
TN: No sé si eso sea una buena idea. Quiero que todo funcione bien entre nosotros, pero Valentín no lo hace fácil.
Clara: ¿Qué está pasando con Valentín?
TN: Desde que llegué, ha estado insistiendo en salir conmigo. No sé qué hacer; ya le he dicho que no, pero sigue buscándome, incluso ha hecho varios post en Instagram, haciendo alusión a que entre él y yo hay algo. Ahora he decidido bloquearlo.
Clara: Eso suena complicado. ¿Necesitas ayuda?
Yo: No sé. Solo quiero que me deje en paz.
Al final, Clara me sugirió que lo pensara bien y que si alguna vez necesitaba apoyo, podría contar con ella. Mientras tomaba otro sorbo de mi café, saqué mi teléfono y comencé a escribir un mensaje.
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Isra R 💗
TN: Hola, Isra. ¿Cómo estas?
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Pasaron unos minutos, y mi corazón latía con fuerza. De repente, mi teléfono vibró. La respuesta de Israel apareció en la pantalla.
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Isra R 💗
Israel: Hola, ___! Estoy bien, gracias. Ha sido un poco loco desde que volviste a Argentina. ¿Cómo te ha ido? Me alegra saber de ti.
TN: He estado bien, aunque las cosas se han complicado un poco con Valentín. No sé si llegaste a ver los post en Instagram, también te escribía para eso, no quiero que lo malinterpretes.
Israel: ¿Qué ha pasado? ¿Él te está molestando? Y no te preocupes, me imaginé que era todo un invento de él.
Yo: Ha estado insistiendo en salir conmigo. Ya le he dicho que no varias veces, y ahora después de lo que pasó he decidido bloquearlo en redes.
Israel: Entiendo. Si necesitas que hable con él, solo dímelo. No debería molestarte.
Yo: Gracias, Isra. No quiero que las cosas se pongan incómodas, pero realmente solo quiero que me deje en paz.
Israel: No te preocupes, te apoyaré en lo que necesites. Estoy aquí para ti.
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Las palabras de Israel me dieron una mezcla de esperanza. Aunque había estado distraída y disfrutando de mi tiempo en Argentina, en el fondo, había una parte de mí que siempre había querido que esto funcionara con Israel.
La tarde en el café terminó con una sensación de felicidad. Mientras tomaba otro sorbo de mi café. Quizá la distancia no fuera tan aterradora después de todo; tal vez, solo tal vez, aún había un camino para nosotros, a pesar de los kilómetros que nos separaban.
