CAPÍTULO 18

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MARATÓN 1/3.

CESAR PARRA.

He pasado todo el día inquieto, deseando llamar a T/n para saber cómo le fue en la universidad como lo hecho antes, saber qué le dijo el doctor Swan, para saber cómo le fue con la doctora Greene o simplemente para escuchar su voz, pero necesito mantener distancias aunque me muera por hacerlo, después del almuerzo tuve una reunión con Ross donde me dijo que había que viajar a Tucson para unos asuntos, sería cuestión de dos días nada y decido que iré yo, me quedo hasta las 8:30 en la oficina para tratar de adelantar algo de trabajo.

Cuando llegamos al departamento, Eugenia está en la cocina, le pregunto por T/n y me informa que después que llego no ha bajado ni siquiera a cenar, voy a la habitación en busca de ella para que baje a comer algo, cuando entro la encuentro acostada en la cama dándole la espalda a la puerta.

- T/n - no me responde, me acerco más a ella y puedo ver que esta dormida veo en sus mejillas marcas de qué estado llorando y eso me hace sentir mal, ya que el causante de seguro soy yo, me pongo frente de ella - T/n - abre los ojos despacio y se sorprende al verme se incorpora en la cama.

- ¿Qué horas es? - dice con voz adormilada, se ve hermosa, recién despierta.

- Las 8:50 pm - digo - ¿Cómo te fue con tu madre? - veo como su gesto se entristece.

- El doctor le indico diálisis interdiaria hasta que se pueda hacer el trasplante, ese proceso es desgastador, la deja agotada - dice con voz ronca, veo dos lágrimas correr por su mejilla y baja la cabeza, la agarro por la barbilla, verla así me parte el alma, limpio sus lágrimas.

- Ella va a recuperarse de esto, ya lo verás - ella asiente - ¿Me acompañas a comer algo?

- Sí, yo tampoco he comido nada - separa de la cama y agradezco que no se haya negado, bajamos a la cocina en total silencio, ella busca en la nevera mientras yo pongo los platos.

- Macarrones con queso ¿Está bien? - dice con un cuenco en las manos.

- Perfecto - le digo ella me mira con curiosidad - Es que son mis preferidos - se ríe y los pone en el microondas.

Tres minutos después suena el microondas, saca el cuenco, sirve los platos y nos sentamos a comer.

- ¿Cómo te fue con la doctora? - le da un sorbo a su jugo antes de responderme.

- Bien, me presento varios métodos y decidí por la inyección - me explica, terminamos de cenar y ella está recogiendo los platos.

- ¿Cuándo te llega la regla? - digo mirándola a través del vaso de jugo.

- Supongo que mañana - dice y sus mejillas se sonrojan.

- Entonces por esta noche ¿Te puedo hacer mía? - me acerco a ella y la agarro por la cintura, ella asiente y traga saliva, me apodero de sus labios y los devoro - Espérame aquí - le digo, voy a mi habitación, busco una corbata y hoy está va a ser de mucha ayuda para mí - Vamos - la agarro de la mano y subimos a su habitación - Desnúdate - ordeno, hace lo que le pido mientras pongo un poco de música suave, cuando me doy la vuelta está solo en bragas y sostén, me acerco a ella y la beso, ella responde a mi beso agarrando mi cuello y jalando el pelo de mi nuca, sin dejar de besarnos caemos en la cama.

- Esta noche vamos a jugar - le digo con voz ronca, llevo sus manos sobre su cabeza y con la corbata las ato al espaldar de la cama - ¿Está apretado?

- No, señor - susurra, la vuelvo a besar y mi busca recorre todo su cuerpo y la dejo completamente desnuda, lamo mis labios ante el banquete que tengo frente a mí...

La hago mía dos veces y ya para la tercera vez, la tengo de espalda y tengo una espectacular vista de su trasero, le doy un pequeño azote y me entierro en ella, me muevo despacio para disfrutarla, pero ella me pide más, no resisto la tentación y me muevo rápido hasta que siento como sus músculos se contraen, luego grita y me ayuda a llegar a mi orgasmo, salgo de ella despacio, la desato y se acomoda en la cama, quito mi preservativo y me acuesto a su lado, la escucho suspirar, miro su rostro y está satisfecho, sonrió y cierro los ojos por un instante para disfrutar de este momento...

T/N MEZA.

Cuando despierto tengo sus brazos sobre mi cintura y sus piernas enredadas con las mías, doy la vuelta y lo observo dormir, se ve hermosos así, estudio cada parte de su cara, sus ojos cerrados, acaricio su nariz, su boca, su barbilla, su mejilla...

Siento nostalgia porque la vida hizo que nos conociéramos de esta forma y que nuestra relación sea solo sexo, salgo de su agarre y voy al baño por una ducha, salgo envuelta en una toalla, pero ya no está en la cama, me visto con una falta café larga, una blusa negra y unos tenis blancos, dejo mi pelo suelto, recojo mi bolso y bajo a la cocina.

- Buen día, Eugenia - saludo.

- Buen día, T/n - sonríe - El señor Parra quiere verte, está en su estudio.

- Gracias - me dirijo hacia el estudio, puerta está entre abierta, asomó la cabeza y está hablando por teléfono, me hace señas para que pase, me siento frente.

- Buen día, T/n - dice cuando termina de hablar - ¿Cómo amaneciste?

- Bien - sonrió.

- Yo también - sonríe y eso me alegra, es raro verlo así - Tengo que viajar a Portland por asuntos de negocios - eso me entristece - Solo serán dos días el jueves en la tarde estoy de regreso - yo asiento - Como tienes clases en la Universidad y para que no te quedes sola puedes ir a casa de tu madre hasta que regrese.

- Gracias - digo con emoción, se para de su asiento, camina hacia mí y hace que me ponga de pie, me atrae hacia él agarrándome por la cintura, nuestras bocas están a solo centímetros la una de la otra y puedo sentir su respiración golpear en mi rostro.

- Cuídate mucho - susurra en mis labios y eso me hace vibrar, me besa despacio - ¿Vamos a desayunar? - dice con la frente recargada en la mía, yo asiento y le robo un beso, eso le hace sonreír, pero me corresponde, luego salimos del estudio y vamos a la cocina...

Ya es muy tarde😰🫤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora