CAPÍTULO 26

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T/N MEZA.

Cuando despierto abro los ojos lentamente y me encuentro con Vanessa durmiendo cómodamente a mi lado, miro el reloj de la mesita de noche 8:30 am, me levanto de prisa para que me dé tiempo de despedir a Cesar antes que se vaya a la oficina.

Cuando llego a la cocina me encuentro a Eugenia preparando el desayuno.

- Buenos días, Eugenia - le digo en forma de saludo.

- Buen día, T/n - me sonríe - Me alegro de que su mamá esté bien - de seguro que Cesar le contó.

- Gracias, Eugenia. ¿Cesar ya se fue?

- No, señorita. Está en su estudio - dice.

- Gracias - camino a su estudio y la puerta está cerrada, toco despacio.

- Pase - se escucha del otro lado, abro la puerta y lo veo sentado en la silla de su escritorio - Hola - dice y me sonríe - ¿Cómo amaneciste?

- Bien, ¿Y tú? - le devuelvo la sonrisa, se pone de pie y camina hacia mí, me toma por la cintura para luego besarme.

- Bien - susurra pegadito a mis labios, me vuelve a besar, llevo mis manos a su cuello y profundizo el beso, sin dejar de besarme, me sube en el escritorio y se acomoda entre mis piernas - ¿Puedo? - dice con voz ronca cuando va a quitar la blusa.

- Sí, señor - le digo, él gruñe y de un solo movimiento la quita, acaricia mis senos, los lame, los chupa, me levanto un poco para que saque el pantalón del pijama y quedo a su merced...

- Más rápido - gimo cuando se mueve dentro de mí, él aumenta sus movimientos y siento que mi cuerpo se tensa, se entierra todo en mí y con dos embestidas más, estallo en un maravilloso orgasmo gritando su nombre "Cesar" con dos movimientos más él se corre y escucho mi nombre en sus labios mientras se derrama en mí...

- Esto sí es comenzar la semana con buen pie - dice y sonrió, no sabía que lo necesitaba, que mi cuerpo tenía esta ansiedad por él, me ayuda a bajar del escritorio, me visto rápidamente - T/n, tengo que ir a la oficina, pero cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme.

- Está bien - digo, antes de salir de su oficina le robo un beso y salgo corriendo, puedo escuchar su carcajada, me encanta verlo y oírlo reír, cuando llego a la habitación Vanessa no está en la cama, me siento en la cama y sonrió al recordar lo que acaba de pasar en su estudio, en su escritorio...

- Él que solo se ríe de sus travesuras se acuerda - dice Vanessa, yo la miro, viene envuelta en una toalla, le saco la lengua y sonrió - Ay hermana te estás enamorando - dice, yo la miro y asiento.

- Ya lo estoy, Vanessa. Solo espero que cuando todo esto termine él sienta lo mismo por mí - digo, ella me mira con tristeza - Pero, falta mucho para eso - le digo para cambiar de tema - Quien quita y hago que se enamore de mí - le guiño un ojo y me entro a la ducha.

- Eugenia, ella es mi hermana Vanessa - le digo cuando llegamos a la cocina para desayunar.

- Mucho gusto, señorita - le dice Eugenia - ¿Les sirvo el desayuno?

- Si, por favor - decimos al unísono y las tres reímos, nos sirve huevos revueltos con tocino, pan tostado y hoy cake.

- Esto está buenísimo - dice Vanessa - Mi mamá estaría encantada de estar sentada en esta mesa - dice con nostalgia.

- Prometo prepararle un desayuno igual a su madre cuando se recupere - dice Eugenia de manera tierna.

Terminamos de desayunar, recojo mi bolso y vamos al hospital, al llegar nos dirigimos al área de nefrología, vemos al doctor Swan y nos dirigimos a él.

- Doctor - se da la vuelta y sonríe - ¿Cómo amaneció, mi mamá? - digo.

- Bien, paso una noche tranquila y no ha hecho ninguna reacción contraria a la cirugía - me explica.

- ¿Podemos verla? - dice Vanessa.

- Dentro de dos horas - dice - Pero solo será unos minutos cada una - nosotras asentimos...

- Vamos a estar por aquí - le digo, Vanessa y yo vamos a la sala de espera y nos sentamos.

CESAR PARRA.

Después de la terrible noche que pase al no general en mi cama como los últimos 30 días, descubro que soy un hijo de punta con suerte, ya que la tengo sentada sobre mi escritorio, desnuda y pidiendo más, T/n no deja de sorprenderme están exquisita, impulsiva e insaciable, me muevo más rápido y me hundo todo en ella, es un gozo oírla gemir, como vibra su cuerpo en cada caricia, es excitante y casi inmediato llegar a mí orgasmos cuando pronuncia mi nombre en pleno éxtasis.

- T/n - gruño me vierto todo en ella.

- Esto sí es comenzar la semana con buen pie - susurro en sus labios, después de recuperarme de mi orgasmo, salgo de ella y la ayudo a bajar del escritorio, se viste rápidamente, mientras arreglo mi ropa - T/n, tengo que ir a la oficina, pero cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme.

- Está bien - dice con una hermosa sonrisa de satisfacción, se acerca a mí y me roba un beso y luego sale corriendo de la oficina, no puedo evitar sonreír ante sus travesuras, termino de acomodar mi ropa, guardo unos papeles en mi maletín para ir a la oficina.

Al llegar el mediodía hago una pausa en la jornada laboral para comer algo y llamar a T/n, le marco y a los dos tonos contesta.

°LLAMADA A CESAR°

(T/N) Hola, Cesar - dice animada.

(CESAR) Hola, ¿Cómo estás? - digo - ¿Y tu madre?

(T/N) Hace rato, pasamos a verla, pero solo por un momento, todavía está un poco sedada, pero está bien - me dice.

(CESAR) Qué bueno, ¿Ya almorzaste?

(T/N) No, voy a llevar a Vanessa a la casa y allá preparamos algo antes de volver al hospital - me explica.

(CESAR) Ok - digo - Esta noche paso por ti al hospital.

(T/N) Está bien - dice - Nos vemos en la noche - cuelga.

°FIN DE LA LLAMADA°

La sola idea de qué podré verla, estar con ella y hacerla mía hasta el amanecer, me alienta a trabajar con más ánimo...

A las 5:45 pm apagó mi computador, cojo mi chaqueta, mi maletín y salgo de la oficina, ya en el auto le pido a Taylor que me lleve al hospital y nos ponemos en marcha.

Cuando llego al hospital encuentro a T/n sentada leyendo una revista, me paro frente a ella, quien levanta la vista y me regala una hermosa sonrisa.

- Hola - dice y pone la revista sobre la mesita.

- Hola - digo de la misma forma - ¿Cómo sigue tu madre? - me siento a su lado, agarro su mano y acaricio sus nudillos.

- Mejor, Vanessa está con ella, solo podemos verla por ratitos - dice con pena.

- Es por su bien, ya pronto la tendrán para ustedes enteritas - digo y ella sonríe.

Momentos después llega Vanessa y decidimos ir a la casa, pero ella no quiere ir con nosotros, ya que mañana tiene escuela y tiene que ponerse al día con algunos pendientes.

- Pues vamos, yo te llevo - se ofrece T/n - Nos juntamos al departamento - se dirige a mí, pero yo tengo una mejor idea.

- No - ella me mira sorprendida - Vamos a comer algo y luego llevamos a Vanessa a su casa - la veo sonreír.

- ¿Y mi auto? - dice.

- Taylor se encarga - le guiño un ojo - Ahora vamos...

Ya es muy tarde😰🫤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora