capítulo 28: no existe crimen perfecto.

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¿Y ahora qué?. Cuestionó el Vargas menor.

Pues sólo nos queda esperar a ver si vuelven a llamar para poder rastrearlos. Respondió Simón tomándose el cabello con frustración.

Mmm, yo tengo una mejor idea. Habló el de los hoyuelos moviendo su teléfono de una mano a otra.

Pues habla ya. Demandó El oficial un poco ansioso ya que sabía que las ideas de su hermano a veces eran demasiado descabelladas.

Bueno creo que podríamos buscar la llamada en el teléfono de clemencia y rastrearla con la dirección IP. Propuso y el oficial lo meditó por unos segundos pero luego tomó una decisión.

Wow, por fin dices algo que no suene tan loco; creo que por ahora esta es nuestra única opción; tenemos que hacer esto ya antes de que sea demasiado tarde para isaza y los chicos. Mencionó Simón y clemencia por su parte, solo le extendió el teléfono al pequeño Vargas para que hiciera su trabajo.

Por otro lado, cierto ojiverde se encontraba sentado en el sofá de una pequeña casa cuando de pronto entró la azabache e intentó dispararle certeramente pero en cuanto estuvo frente a él, sólo bajó la mano en la que tenía el arma y lo miró por un largo rato.

Wow María Cristina, de verdad que cada día me sorprendes más; no sé qué diría Isaza si te viera en este plan, aunque bueno, él tampoco fue mi amigo, así que creo que son tal para cual. Habló el castaño en cuanto notó que la chica empezaba a dudar si matarlo o no.

Ya cállate villamil; la verdad yo tampoco sé porqué estoy haciendo esto pero ya comencé, así que no me voy a dar por vencida. Tú y Alejandro tienen que morir hoy y no me voy a detener hasta conseguirlo. Habló aunque en realidad no estaba segura de hacerlo, pues sabía que ya Simón estaba al frente de aquella investigación y tarde o temprano darían con ella y terminaría en la cárcel tal cual Isaza.

¿Por qué no disparas de una buena vez? Ah no espérate no me respondas, creo que lo sé, porque eres una cobarde que solo se esconde detrás de las faldas de la mamá de Alejandro; la verdad María Cristina, trato de entender qué fue lo que te hice para que me hicieras esto si al final de cuentas, yo jamás crucé palabras contigo y cuando te conocí fue en aquella fiesta en la casa de los Vargas, aunque ahora que lo pienso mejor, creo que llego a la conclusión de que tú solo estás haciendo esto por Juan Pablo, porque quieres dejar de sentirte miserable por haberte acostado con su mejor amigo siendo su novia y necesitas terminar el trabajo que él comenzó pero me parece que no va a ser tan fácil porque yo no te lo voy a permitir; no me importa qué tenga que hacer María Cristina pero no voy a dejar que acabes conmigo porque los voy a destruir a Juan Pablo, a ti y a la estúpida de la Carrasco, eso te lo juro.

Juan Pablo no tiene nada que ver con esto, es más para que te quede bien claro hasta él salió perjudicado. Soltó la pelinegra entre lágrimas y esa tarde frente a aquel castaño ojiverde el cual había sido el mejor amigo de isaza, ella aceptó todo lo que había hecho, pensando que su secreto quedaría guardado, pues se suponía debía matar a villamil pero eso nunca pasó.

Al confesar todo, la azabache se alejó rápidamente de villamil y salió corriendo de esa casa sin darse cuenta que ella misma se había echado la soga al cuello, pues había dejado el teléfono con el cual villamil había llamado a clemencia, lo cual le había dado la oportunidad perfecta de escapar.

Con cautela el ojiverde caminó por un pasillo y entró a la habitación donde se encontraba Alejo acostado con sus ojos cerrados ya que durante todo el tiempo que estuvieron allí, María Cristina se había encargado de tenerlo completamente dopado para que no pudiera hacer ningún tipo de ruido o comunicarse con el exterior, pues ella sabía de sobra que él tenía demasiados contactos que lo ayudarían a salir bien librado de todo esto porque al final de cuentas era Alejandro posada, uno de los delincuentes más buscados de Bogotá.

No te preocupes Alejandro, muy pronto saldremos de acá, te lo prometo. Habló el castaño menor con la voz entrecortada mientras acariciaba su cara, la cual estaba completamente pálida.

Estas hijas de puta no se van a salir con la suya; en cuanto estemos libres haré que les caiga todo el peso de la ley. Dijo tomando con suavidad la mano contraria, notando al instante que estaba demasiado fría.

Alejo por favor resiste un poco más... no te mueras todavía... te prometo que voy a hacer lo posible para sacarnos de aquí lo más rápido que se pueda, pero... pero por favor aguanta un poco más. Suplicó el castaño bastante desesperado.

Mientras pensaba qué hacer para escapar, Juan Pablo tomó nuevamente el teléfono y decidió enviar un mensaje, esta vez a Simón, asegurándose de que la ubicación se podría compartir.

Entre tanto, los Vargas y los villamil se encontraban en la oficina del oficial de policía intentando rastrear la llamada sin éxito alguno ya que la chica había sido bastante inteligente y había desactivado la dirección IP, pues sabía que la podrían rastrear fácilmente.

¡No puede ser!. Exclamó el castaño menor jalando su cabello con frustración, al notar que no obtenía ningún resultado favorable.

Los tenemos Marto ¡Los tenemos!. Gritó el de lentes de repente haciendo que el mencionado dejara a un lado el teléfono y se volteara hacia él para mirarlo fijamente.

Pero ¿Cómo lo hiciste? Si yo llevo varias horas intentándolo y no lo he logrado. Mencionó el menor incrédulo.

Bueno mi querido bachi, no existe crimen perfecto y para la mala suerte de la secuestradora, nuestro querido Papo logró comunicarse y ya tengo la dirección en la que se encuentran él y alejo. Respondió el otro y se levantó dispuesto a armar un plan de rescate lo más rápido posible, pues sabía que esos chicos corrían peligro y tenían que salvarlos antes de que fuera muy tarde.

¡Espíndola! ¡Ven acá ahora mismo!. Gritó el de lentes apenas ubicó a su oficial de confianza  y el nombrado solo salió corriendo hacia dónde lo llamaban.

Muy bien máximo tenemos una misión especial y necesito que seas mi apoyo porque no confío en nadie más que tú para hacer esto; además creo que eres uno de los mejores oficiales, así que te necesito totalmente concentrado y necesito que pongas todo tu empeño en esto porque la vida de uno de mis mejores amigos está en tus manos. Habló el pelinegro una vez que el hojiverde estuviera parado frente a él.

Gracias por confiar nuevamente en mí, le prometo que esta vez no lo voy a decepcionar. Prometió el ojiverde y el otro suspiró antes de volver a hablar.

Pues eso espero  Espíndola porque si me fallas de nuevo esta vez no tendré consideración contigo. Advirtió y al recibir una respuesta afirmativa por parte del mencionado, simplemente salió de allí con el policía detrás de él y una vez que estuvieron en un lugar más privado, el Azabache le contó su plan, esperando que no fuera tarde

la última canción  - Juan Pablo Villamil & Susana Cala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora