la última canción - Juan Pablo Villamil & Susana Cala.

capítulo 3: ¿Isaza?.

  -Y me puedes decir dónde es la fiesta?? Dijo villamil mientras se ponía el cinturón de seguridad.

  -Es en la casa de uno de mis amigos. Respondió el otro mientras arrancaba el carro, saliendo rápidamente del estacionamiento.

  -Debo admitir que estoy muy nervioso por conocerlos.

  -Y por qué?

  -Yo... no lo sé... solo...

  -Mira ya no te preocupes, apuesto a que les vas a caer muy bien.

  -Pues eso espero.

Ninguno de los dos dijo nada más en el camino pero Villa estaba un poco nervioso, tal vez más de lo que debería. A los 10 minutos, por fin ya estaban en la casa de la fiesta; era una casa grande de dos plantas, con un jardín frontal, una piscina en la parte de atrás y al entrar, un salón súper grande en el que había mucha gente y música. Isaza entró a ese salón seguido de villamil. Ya dentro, Juan Pablo se dirigió hacia dos chicos que estaban sentados en una mesa de cristal redonda, con un mantel blanco, una botella  de vino y copas también de cristal sobre ella.

  -Hey chicos! Quiubo! dijo chocando las manos con los dos jóvenes que estaban sentados..

  -oigan quiero presentarles a un amigo; él es Juan Pablo villamil, Pero le pueden decir villamil. Villamil, ellos son Martín y Simón, los amigos de los que te hablé.

  -Quiubo parcero! un placer conocerte. Dijo Martín, el más pequeño de todos.

  -El gusto es mío.

Sí; un gran placer parce. Dijo Simón, estrechándole la mano.

  -Oye por qué no te sientas y te sirves una copita? Propuso Martín.

  -me encantaría pero...

  -a Villa no le gusta tomar alcohol. Lo interrumpió Isaza. Los dos chicos miraban a villa como si le hubiera salido otra cabeza.

  -que pasa? Por qué me miran así?.

  -bueno... empezó Martín. Es que...  -que clase de chico eres tú?. Un...

Un extraterrestre?. Completó Simón.

-no entiendo; soy un extraterrestre porque no me gusta el alcohol?.

-exactamente. Dijeron los dos a la vez. Villa miró a Isaza en busca de ayuda, pero él, estaba ocupado mirando a la chica de baja estatura, pelo negro asavache, y ojos café que se iba acercando poco a poco a ellos.

Makis! Gritó Isaza lanzándose sobre ella y abrazándola con todas sus fuerzas.

Oye! Yo también me alegro mucho de verte, pero no me aplastes por favor. Dijo ella intentando separarse.

Todas las miradas se clavaron en isaza. Él pareció un poco avergonzado, y al notar que los tres lo miraban fijamente, se separó rápidamente de makis, quién parecía bastante perdida.

  -se puede saber qué es lo que te pasa? Preguntó ella un poco molesta. De cuándo acá tú tan... Cariñoso?.

  -oye se supone que eres mi novia no? Tengo derecho!.

  -si pero...

  -a ver makis; si soy cariñoso, te  quejas; si no, también. Quién te entiende?.

  -Isaza yo...

  -sabes qué? Ya olvídalo! Y así, sin decir nada más, se levantó de la mesa y se fue.

  -Isaza! Espérame por favor! Dijo villa mientras corría tras él. Sin embargo,  no logró alcanzarlo, así que no le quedó más remedio que llamar a un taxi para ir a su casa. Un rato más tarde, el pobre chico seguía en la casa, esperando. Y como todavía el taxi no llegaba, decidió salir de allí y caminar hasta la parada de autobuses. Ya llevaba un buen rato caminando, cuando de pronto, observó a una pareja de jóvenes discutiendo. Al principio, no le dio mucha importancia, pues solo era una discusión y ya; mas al ver que él la golpeaba reiteradas veces, decidió intervenir; y sin pensarlo dos veces, se acercó a ellos, apartó a la chica con suavidad y le dió un puñetazo tan fuerte al chico que lo dejó sentado en el suelo. Él se levantó rápidamente y empezó a gritarle a villa, mientras que él, trataba de mantener a la joven  lo más alejada posible del tipo que la acababa de golpear.

  -se puede saber que te pasa? Quién te crees que eres para meterte de esa manera entre mi novia y yo?

  -no. Tú quien te crees para tratar así a una dama?.

  -su novio!.

Aaaa, su novio!. Y piensas que eso te da derecho a tratarla de ese modo?.

  -pues fíjate que si. Villa, más enojado, apretó los puños y le dijo al chico:

  -mira! a mí me importa un carajo si ella es tu novia o no!. Solo te advierto una cosa. Si la vuelves a tocar...

  -mira desconocido!. Tú a mí no me vas a decir cómo tengo que tratar a mi novia!; yo la trato como me dé la gana!. Te queda claro?. Y diciendo esto, empujó a Juan Pablo, y le dió un golpe que le hizo sangrar la nariz al instante. Entonces, él tomó la mano de la joven y la arrastró hacia el taxi que por fin ya había llegado.

  -estás bien?. Preguntó él a la chica.

  -si; gracias. Le respondió ella con una voz tan suave que lo dejó embobado al instante.

  -oye! Dijo ella devolviéndolo a la realidad. - todavía te duele?.

  -no, no; gracias. Por cierto, soy Juan Pablo villamil, pero puedes llamarme villamil, o villa; como prefieras.

  -pues mucho gusto villa; dijo sonriéndole y dándole la mano. -yo soy Susana... Susana Isaza, pero puedes llamarme Susy.

  -I, Isaza?