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La Advertencia Del Duque Elgy (2)

Tan pronto como el Duque Elgy se fue, Sovieshu se giró para mirarme.

—Creo que ahora está claro. Un hombre del Reino Occidental, otro de Rwibt, y otro de Bohean Azul. Claramente tienes una preferencia por los extranjeros, ¿no es cierto?

Su demente especulación había regresado. Esperaba que todo se mantuviera en calma.

Sovieshu frunció el ceño y apuntó a la espalda del duque que se retiraba.

—No tienes mucha experiencia con otros hombres además de mí. Solo porque hable con una lengua de plata no significa que sea un buen hombre.

Nota: ‘‘lengua de plata’’ es ser elocuente y persuasivo al hablar.

Al contrario, el Duque Elgy era un hombre que hablaba sin rodeos, pero en vez de corregir a Sovieshu, lo observé estupefacta.

—Entonces, ¿qué tipo de hombre es un buen hombre?

"..."

Si tenía consciencia, no diría que él mismo.

—¿Yo?

¿En serio?

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¿En serio?

Levanté una ceja ante él, y su expresión se tornó descontenta mientras suspiraba.

—De todas maneras, quiero que seas cuidadosa con tu comportamiento.

—Y yo–

—¿?

—Buscaré un guapo y joven hombre del Reino Oriental.

Me observó en silencio, luego murmuró ‘‘Sí,’’ y se fue.

Suspiré. No podía comprender lo que Sovieshu tenía en la cabeza. No le importaba haber traído a Rashta, ¿pero le molestaba oír que su pareja Imperial tenía otros amantes?

—Su Majestad. ¿Estaba buscándome?

Mientras presionaba mi mano contra mi sien, el ministro se acercó apurado desde el baño.

—Lo siento, mi sistema digestivo ha estado funcionando extraño últimamente.

—Está bien.

Regresamos a la oficina, pero encontré difícil el ser capaz de concentrarme, y eventualmente acorté la reunión.

—Hablaremos nuevamente mañana. Descansemos un poco por hoy.

—Oh, muy bien.

—No puedo concentrarme mucho tampoco, así que no se preocupe.

Después de que el ministro se fue, me senté de brazos cruzados y observé la pila de documentos sobre la mesa. Sovieshu estaba siendo Sovieshu...
No puedo concentrarme mucho tampoco, así que no se preocupe.

la emperatriz se volvió a casar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora