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Sólo Yo Puedo Protegerme (2)

—¿Se me prohíbe entrar al palacio?

Estaba junto a mi hermano cuando el mensajero del Emperador vino a darle la noticia. El mensajero se echó hacia atrás cuando Koshar le gritó furiosamente.

—Así es. Y si empuja o amenaza a la Señorita Rashta de nuevo, será castigado por amenazar a la Familia Imperial.

—¿¡Quién empujó a quién!?

Koshar rugió, desgarrando un cojín con sus manos, y el mensajero se escabulló afuera.

—¡Puedes creerlo!

Koshar no se calmó incluso después de que el mensajero se escapó de la sala.

—¿¡Yo la empujé!? ¿Siquiera estaría sana si yo lo hubiese hecho?

—Hermano.

—Navier. ¿Ella tiene algún problema en su lengua, o tu esposo en sus oídos?

—Hermano.

Mis intentos de calmarlo pasaron desapercibidos. Me acerqué a Koshar y lo golpeé en la espalda. Sostenía el cojín destrozado cerca de su pecho y rechinaba los dientes, pero después de un momento se calmó y se disculpó.

—...lo siento por el cojín.

—Está bien. ¿Y tú? ¿Ahora te sientes mejor?

—Si no hubieras estado aquí, podría haber golpeado al sirviente que trajo el mensaje.

—Calma tu temperamento.

—¡Pero–!

—Terminarás arrepintiéndote.

Estaba completamente abatida por esta noticia, pero estaba seguro de que mi hermano, quien causó esto, se sentía mucho peor. En esta situación donde las personas que estaban de "nuestro" lado eran muchas, y Rashta estaba sola, mi temperamental hermano podía ser considerado una amenaza por el solo hecho de aproximarse a Rashta. Si ella hubiera hecho que lo sucedido pareciera culpa de mi hermano, eso habría sido mucho más comprensible.

Sin embargo, aseguró que se cayó porque mi hermano la había empujado. ¿No era eso una completa mentira? Sovieshu incluso le creyó y le puso una orden de restricción a mi hermano. Había pasado algo similar cuando el Príncipe Heinley comenzó a preguntar por las cartas. Rashta era una mujer engañosa.

—Tendrás que ser más cuidadoso por el momento, hermano.

—¿Cuidadoso acerca de esa maldita mujer?

—¿No escuchaste acerca de cómo se divorció la Duquesa Tuania?

—Algo.

—Rashta tuvo un papel en aquel divorcio. Suscitó viejos rumores acerca de la Duquesa Tuania y los manipuló para que se vieran mucho peores.

—¡!

—No es una simple concubina. Es inteligente.

Sovieshu creía inequívocamente en las palabras de Rashta, ella tenía la capacidad de manipular la opinión pública y ganarse el favor de la gente. En medio de eso, también llevaba en su vientre al primer hijo del Emperador. Lo mejor era no tener un choque con ella.

Mi hermano me miró a la cara, y no pudo contener los insultos en su boca.

—¡Mierda! ¡Maldita cosa podrida!

***

Esa noche, Koshar se reunió con su amigo el Marqués Farang para beber.

—Oye, bebe despacio.

la emperatriz se volvió a casar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora