Capítulo 17

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—Las flores que crecen en invierno son las más bellas del jardín, ¿no lo crees, hija?

—No.

La reina la miró incrédula.

—Mi flor favorita siempre crece en otoño, así que, no me interesan las demás flores.

La mujer suspiró, cansada. Tomó un cuenco de agua y lo vació sobre la flor que está sosteniendo con tanta delicadeza, hizo lo mismo con las demás que estaban cerca de ella.

Para nadie es una sorpresa ver a la reina regar sus flores cada ciertos días, hay veces en las que pide la ayuda de las doncellas, quienes la ayudan enseguida. Cuando era joven era capaz de regar todo un jardín ella sola, pero a la edad que tiene actualmente solo pueden regar una parte pequeña de la entrada.

—¿Sabes cuál es la flor favorita de Freen? —le preguntó, fingiendo que no le interesaba mucho la respuesta.

Rebecca se quedó rígida.

—Dudo que tenga una flor favorita.

—La tiene —giró para ver a su hija, quien no se ha movido de su lugar—. Debo admitir que me sorprende un poco que no sepas cuál es.

—No es como si nuestras conversaciones se centraran sobre hablar de flores.

—No, solo se centran en besarse y tocarse.

—¿Ah?

—Tienes un par de marcas rojizas en tu cuello.

—¿Marcas en mi cuello? ¿Cómo? —de inmediato llevó ambas de sus manos hacia su cuello para cubrirlo—. Pero, ayer después de que nos bañamos juntas no hicimos nada más que dormir.

—¿Qué se bañaron, qué? —la reina tuvo que sostener con fuerza el cuenco para no dejarlo caer—. Lo de las marcas en tu cuello era broma... sí... ¿acaso olvidaste que tu madre es bromista veces?

Rebecca asintió.

Su madre tragó saliva antes de perder el tiempo mirando sus flores, arrancó las hojas que se veían marchitas y las colocó sobre un balde de cristal. Tal parece que su gusto por las flores marchitas durará por siempre, quizá la pequeña Luzi también tenga ese hábito, ya que parece estar más interesada en las hojas marchitas que en las flores hermosas.

Luzi parece haber agarrado un poco de carne en estos últimos días, la señorita Merea la halagó diciendo que tenía un buen color de piel —ya que antes se veía pálida—. Propuso que le cortaran las puntas de su cabello ya que las tenía un poco maltratadas, Luzi no estuvo del todo de acuerdo aunque después aceptó.

Rebecca ha vestido a Luzi casi como ella. Prendas de color verde pasto, su capa interior es aún más fuerte que la superior, hay un par de flores doradas bordadas alrededor de todas sus prendas, las cuales son pequeñas y lindas. Ella se encargó de peinarla en la mañana, decir que fue fácil peinar a una niña sería una total mentira.

Las doncellas habían estado observando a la princesa peinar a la pequeña niña, quien trataba de no quejarse cuando su cabello era tirado con fuerza. Logró hacerle dos moños a los lados, los cuales le cuelgan y se mueven cuando ella corre por todo el jardín. Le colocó un pendiente de estrella en su cabello, el cual combina con toda su ropa.

Oh, y también le dibujó una flor en medio de sus cejas.

Le regaló una muñeca, y desde entonces no ha dejado de jugar con ella.

—¿Cómo están los demás niños que trajiste de ese pueblo? —preguntó, en un tono serio y muy interesada en la plática.

—Están bien.

La guardiana de la princesa「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora