Capítulo 9

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  ¡Era Martjin!

- Disculpa, no te vi, de veras discúlpame.

- Claro como soy tan pequeña - dije sarcásticamente, aunque si lo era, pero tampoco era una pulga como para que no me viera.

- Ven - me ayudó a levantarme y llevó las cajas al almacén mientra yo iba a su costado.

- Gracias - le dije.

  Me miró la rodilla, una parte estaba roja, una caja muy pesada calló ahí, se agachó y tocó esa parte roja "suavemente" pero igual dolía!!!

- Ahhhh.... - grite de dolor.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento!

- Au, esta bien no te preocupes - le sonreí.

  Me acompaño hasta afuera de la preparatoria, ahí estaba Eloy, ¿Que diablos hacia aquí?, Giane ya se había ido con Eduardo.

- Hola - me dijo Eloy a lo lejos tratándose de acercarse, pero Martjin me agarra muy fuerte la cintura, me tomó por sorpresa, no esperaba que reaccionara así.

- Me lastimas - le susurre cerca del oído.

- Discúlpame pequeña, ¿Es tu enamorado?

- ¡NO! - grite, es un idiota, quería llorar, Martjin notó eso y me abrazó de la cintura, era una sensación bonita. Eloy al ver esto dejo de acercarse.

- Oye, por cierto, ¿Como te llamas? - le pregunte cuando aun me abrazaba haciéndome la que no sabia nada sobre su vida.

- Martjin - lo dijo tan... tan... sexy - ¿Tu?

- Rosa, me puedes decir Ross... o Rosita como tu desees.

- Te diré Ross - en ese momento dejamos de abrasarnos.

- Bueno me voy Martijn - le sonreí y le di un beso en la mejilla, el me sonrió también.

  Mientras iba caminando hacia mi departamento alguien me agarró del brazo fuertemente.

- ¡SUÉLTAME! - grite

- ¿Que hacías con ese estúpido he...? ¿Es tu enamorado? - era Eloy.

- ¿¡Que te importa!? ¡Tu ya no eres nada de mi!, - grité y me fuí corriendo hasta llegar a mi edificio.

  Me encerré en mi habitación y recordé todo lo que paso, Martjin era muy muy lindo, su abrazo me pareció muy agradable y reconfortante pero el idiota de Eloy tenía que malograr el día con sus estúpidos celos, a partir del momento en que él me terminó no tenía por que volverme a buscar ni celarme ni nada, es mas la manera en que lo hizo (terminarme) fue de las peores y demostraba que era un poco hombre, pero no me importa, nada arruinará esto, Martjin  ¡Lo conocí hoy!

 De pronto el sonido del timbre me saca de todos mis pensamientos. Era...

¿Por obra del destino? (Julian Jordan, Martin Garrix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora