By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]

༺†- Capítulo 21 -†༻

—¿Te sientes mejor? —Eneas entra en la habitación con una taza de té caliente entre sus manos —, menta y tilo.

—Gracias, estoy bien ya no me duele el cuerpo —sonrió somnolienta.

—Los chicos van a juntarse en casa de los hermanos a cenar, pregunta Georg si estás de ánimos para ir.

—¿Esta noche?

—Hay partido y Gustav quiere retarnos a un sangriento monopoly —ríe Langford acomodándose junto a mi en su cama.

—Claro, sólo antes de ir quiero pasar por casa a darme una ducha, lo necesito.

Mi chico de los tatuajes asiente en silencio y se dedica a acariciar mi espalda mientras bebo el delicioso té que me preparó. Estuve pensando mucho en la reflexión gelatinosa de Georg, creo que tiene un punto y, es qué, no puedo ser tan hija de puta de tontear con Langford y Kaulitz a la vez, debo tomar una decisión. Ya sea uno, el otro o ninguno, creo que nadie merece ser utilizado y yo me estoy comportando como una adolescente hormonal estúpida, aunque me duela creo que sé perfectamente cuál es el camino que debo tomar.

Digo, uno de ellos se pasó el día cuidándome mientras el otro de seguro se esta revolcando en la cama con su gelatina.

—¿En qué piensas? Haces muecas graciosas —la voz de Eneas me trae nuevamente a la realidad de la que me estaba disociando.

—En qué me agrada estar aquí contigo, eres un buen chico, Langford.

—Cuando dices "eres un buen chico" pareciera que le hablas a un perro —reflexiona divertido —, pero gracias por el cumplido. Si quieres puedo darte la pata.

—Prefiero que busques la pelota —finjo lanzar una y ambos nos reímos.

Tras terminar mi infusión caliente ambos nos recostamos abrazados por debajo de las sábanas, todo está bien aquí, se siente tranquilo y seguro. Pero no puedo evitar sentir un leve dolor en el pecho, mi ser se encuentra debatiendo entre el deber y el sentir. Sé que la decisión correcta es Langford, con él puedo llegar a construir una vida adulta sólida y prospera; pero eso no se compara con lo que siente mi corazón cuando veo a Tom, es un estúpido que me hirió, pero aún así no puedo evitar sentir una marea de huracanes arrazadores dentro de mi cada vez que lo veo o lo nombran.

No puedo controlar lo que me pasa.

Aún así, tengo que dejarlo ir. Es lo correcto, es lo que una persona adulta haría.

—Estar contigo es como sentirse en casa —habla él rompiendo el silencio que se había instalado entre los dos —, se puede estar derrumbando el mundo que a mi no me importa, mientras estés a mi lado. Estar contigo para mí siempre es ganar.

Sus dedos trazan pequeños círculos en mi cintura que me causan cosquillas, él espera que diga algo pero las palabras no salen de mi boca. Me siento mal por no poder responderle, quisiera decirle tantas cosas...