By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]

༺†- Capítulo 27 -†༻

—Toma la curva con cuidado, babe —me indica Langford señalando la carretera.

Bajo un poco la velocidad para evitar accidentarnos. Gracias al cielo no nos ha parado ningún control policial porque adivinen quien no tiene licencia de conducir, exacto, yo.

—Conduces muy bien.

—Todo lo que hago lo hago bien —alardeo divertida.

Langford me indica que estamos cerca del lago, pronto estaremos llegando a nuestro destino. Detrás de nosotros viene el Cadillac de Tom con los chicos, no puedo creer que hayan traído a la estúpida de Collins. Digo, ¿Qué carajos tiene que ver ella con nuestra amistad? Sólo es el nuevo pasatiempo de Tom, lo cuál es muy distinto a Eneas que sí es parte del grupo. Quiero decir, es más lógico que Langford esté aquí que Exe.

—Espero poder relajarnos estos días aquí, la verdad quiero divertirme contigo —el chico de los tatuajes echa su cabeza hacía atrás inhalando aire puro con fuerza.

—¿Y por qué no podríamos hacerlo? —pregunto confundida.

—No lo sé, es difícil relajarme contigo cuando tú ex está rondando y buscando sacarme de mis casillas.

—No quiero oírte discutir con Tom, Langford. Él está aquí para divertirse con su chica, déjalo en paz.

—¿Te preocupa?

—¿Qué cosa?

—El hecho de que Exe este aquí con él —me observa de reojo y sobrante.

—No me preocupa que esté con él, me preocupa que literalmente esté aquí. Debo pedirte que no me saques los ojos de encima, esa zorra es capaz de lanzarme al lago si tiene oportunidad.

Eneas se ríe junto a mi y promete cuidar mis espaldas, según él también cree que Collins podría intentar pasarme a mejor vida en cualquier momento.

Varios kilómetros después estamos llegando a la entrada del camping junto al lago, mi chico de los tatuajes me explica que aquí es donde están las cabañas en las que nos alojaremos. Él le da su nombre al guardabosques que vigila la entrada y le muestra las reservas online que hizo junto a los gemelos. Muy amablemente el hombre nos señala que camino debemos tomar y rápidamente nos ponemos en marcha.

—¿Enserio eligieron las colinas? Los caminos están en subida, Langford —resoplo viendo imposible la idea de subir por caminos tan empinados.

—Tranquila, solo es media colina tienes al rededor de tres subidas. Solo no pises el freno y acelera a fondo cuando estés a menos de la mitad, así subirás más fácil y de un tirón —me explica las maniobras que debo hacer para poder llegar a las cabañas.

Por suerte puede lograr subir sin matar a nadie, ni provocar un accidente. Llegamos sanos y salvos.

—Al fin, me duele el trasero de estar sentado —Georg abre la puerta del conductor para que yo pueda bajar del auto.