༺†-Capítulo 1-†༻

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—¡Mierda!

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—¡Mierda!

—¿Te encuentras bien? —Molly llega a mi preocupada al oír el escándalo que provoqué en el mostrador.

—Si, sólo perdí dos panecillos —niego empezando a frustrarme, hoy me desperté más torpe y despistada de lo normal —, descuentalos de mi propina.

—No te preocupes, linda. Esos no te los cobro sólo porque los horneaste tú —se burla ayudándome a limpiar la buttercream lila del suelo.

—Lo siento —me disculpo apenada.

Ya es la tercera vez que se me caen los tontos panecillos al suelo, ayer perdimos tres.

—Está bien Haihay, sé que la universidad te tiene estresada —una vez limpio el piso nos ponemos de pie, Molly acaricia con dulzura mi hombro —, o quizá cierto chico alto y tatuado también.

Hoy Eneas tuvo una entrevista de trabajo, estoy algo nerviosa porque sé lo mucho que necesita del empleo y dinero. Cuando llegó a Bakersfield hace cinco años atras estuvo viviendo con Gustav un tiempo, luego inició en la universidad consiguio empleo y mas tarde sus padres llegaron para regalarle una pequeña casa de tres ambientes. Por desgracia perdió su puesto en el trabajo porque la fábrica cerró, así pasamos la noche hablando por llamada buscando planes B, C y D en caso de que no lo consiguiera ya que tiene que sobrevivir y mantener su hogar.

—Lo admito, ese asunto me tiene un poco distraída.

—¿Por qué te preocupas tanto? —sus cejas se elevan sugerentes.

—¿Porque... es mi amigo y quiero que le vaya bien en la vida? —respondo irónica.

—Te preocupas demasiado por tu amigo —Molly se da la vuelta para entrar de nuevo en la cocina de la pastelería, pero antes de desaparecer por detrás de la puerta me sonrie —. Necesitamos un mesero, en caso de que no consiga el puesto.

La puerta del local se abre haciendo sonar la irritante campana sobre ella, al principio me pareció buena idea poner una ya que le aportaba un simpático detalle vintage a la pastelería. Pero luego de oírla al menos sesenta veces por día mi opinión cambió, es desesperante el tintineo que reproduce y me da jaquecas.

—¡Buenos días maestra del merengue! Que cara tan agria traes como para estar rodeada de tanto dulce.

—Muy gracioso, Georgi —entrcierro mis ojos —Te veo muy animado hoy.

—¿Qué te digo? Verte siempre me alegra las mañanas —responde con sarcasmo y burlón.

—Ten, hice panecillos con buttercream de arándano —deposito frente a él los mismos cupcakes que se me cayeron al suelo —Enseguida traeré tu café.

—Excelente servicio. ¡Molly, debes darle la insignia a la empleada del mes!

Luego de terminar mis estudios en la preparatoria comencé con mi carrera universitaria, estoy en el último año de Tecnología Médica. Si, es extraño que haya elegido esa carrera, pero la verdad me gusta mucho. En fin, hace no más de tres años Molly renunció a la empresa de Derek Harrison porque ya estaba harta de soportar sus malos tratos pero no podíamos vivir del aire, casualmente se le da bien la pastelería y comenzamos con un pequeño emprendimiento de tartas dulces que entregamos a domicilio. Con el tiempo se hicieron famosas consiguiendonos varios clientes diarios, pudimos ahorrar, Molly me enseñó el arte de la pastelería y pudimos abrir nuestro local en el centro de Bakersfield.

By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora