By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]

༺†- Capítulo 3 -†༻

—Molly me llamó, dijo que mañana puedo empezar en la pastelería.

Eneas va caminando a mi lado, casualmente me encontró acosando la casa de Tom y se ofreció para acompañarme el resto del trayecto. Por suerte no preguntó que hacía hablando sola o rogándole al cielo. Dios, nunca me sentí tan loca como hace rato atrás, creo que tendré que retomar mi terapia.

—Genial, entonces mañana iniciaremos juntos el día —le sonrió bobamente.

—Ya me emocioné —ríe —, pasaré a buscarte si quieres. Molly dijo que estas encargada de capacitarme.

—Sé supone que ella es responsable de tu capacitación —frunzo el ceño.

—Si, dijo que no podrá hacerlo porque tiene asuntos pendientes en la mañana y que confía en ti para que me enseñes.

Quiero creer que realmente Moll tiene asuntos que atendender y que no está haciendo ésto como estrategia de para acercarnos más. Eneas y yo formamos una linda amistad estos últimos años, es un chico increíble, siempre tenemos conversaciones interesantes y la mayor parte del tiempo debatimos respecto a cualquier cosa; la verdad me alegra tenerlo en mi vida. Pero Molly insiste en que deberíamos ser pareja más que amigos, dice que ve una especie de brillo en su mirada cuando lo atrapa observándome.

Y la verdad lo noté.

No me molesta para nada, es más se me hace muy atractivo. Es alto, tiene un sin fin de tatuajes, una motocicleta, toca excelente su guitarra, canta precioso y siempre es atento conmigo. Es el típico chico que si no conoces lo verías como un fuckboy, y para ser sincera: la mayor parte del tiempo lo es.

Aunque no conmigo.

—Entonces prepárate, Langford. Mañana serás mi alumno pastelero —lo empujo con mi brazo.

—Encantado de que tú seas mi maestra —me guiña.

Aunque él me guste... debo reconocer que no creo estar lista para subir otro nivel en nuestro vínculo, todos estos años estuve curando heridas, con mucha terapia y compañía de mis amigos. Y sé lo estúpido que puede sonar, pero Tom dejó cicatrices que aún, cada tanto, sangran y molestan.

Intenté muchas veces arrancarlo de mi como él lo hizo, así tan simple y sin un gramo de duda, pero no lo logré del todo.

—¿Quieres cenar? —llegando a la puerta de casa él se detiene junto a mi poniendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

—Uhm... debo estudiar, no creo que pueda salir hoy —respondo apenada.

—¿Quién dijo algo de salir? Molly me comentó que tienes que preparar exámenes, te propongo algo.

—¿Qué cosa?

—Tú ve a tu cuarto, yo prepararé la cena. Prometo no molestar, luego puedo irme, no hay problema.