༺†- Capítulo 18 -†༻

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—Gracias por traerme —sonrió levemente sin verle la cara a Tom

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—Gracias por traerme —sonrió levemente sin verle la cara a Tom.

—No es nada, amaría poder traerte al trabajo todos los días de mi vida. Es más, creo que empezaré a hacerlo.

—Tom —lo corto —, fue una gran noche ¿Sabes? Creo que ambos necesitábamos que suceda para poder seguir avanzando. Pero esto...

—Hailey, no empieces otra vez —suspira lanzado su cabeza hacía atrás.

—Déjame terminar...

—Pensé que fui bastante claro anoche —bufa.

Sus ojos cafés se encuentran con los míos, pero antes de poder decir algo el rugido del motor de una motocicleta capta mi atención. Langford se encuentra a la espera de mi llegada y me observa casi sin expresión alguna.

Diablos.

—Y lo fuiste, pero yo también creí haber sido clara contigo. Tom, fue una despedida, nuestra despedida —me apresuro a tomar mis cosas y abrir la puerta de su Cadillac —. Lo siento, pero será mejor que así sean las cosas.

—¡¿Lo mejor para quién?!

Me alejo de su auto con mi uniforme para la pastelería ya puesto, tuvimos que pasar por casa de Molly a buscarlo y Kaulitz insistió en traerme hasta el trabajo. Me negué pero cuando supuse que no me dejaría en paz y que estaba llegando tarde tuve que acceder, no me dejó opción.

—Buen día —me acerco a Langford, él sigue manteniendo su mirada sobre el auto de Tom —. Me encontró de camino y me trajo hasta aquí, tranquilo.

—No me des explicaciones, no es necesario —ríe secamente —, Molly llegó hace unos minutos, dijo que te espera en la oficina. Hoy está hecha un huracán de malhumor y trabajo atrasado, mejor nos apresuramos.

El tatuado se pone de pie y entra en la pastelería casi que corriendo dejándome sola con las palabras en la boca. Camino detrás de él intentando llamar su atención pero fracaso en el intento, Eneas entra en la cocina dónde se encierra por un buen rato a realizar sus tareas diarias. Antes de ir a la oficina atiendo algunas mesas como para adelantar trabajo y tener un gesto con Langford, en la barra los chicos me observan en silencio.

—¿Qué miran? —suspiro dejándome caer sobre el frío mármol que golpea mi frente.

—Apestas a mal día, aléjate —bromea Georg.

—Quiero creer que tu mal humor no se debe a decisiones mal tomadas —me regaña Gust con sus cejas elevadas.

—¿Te encuentras bien? —Emma me observa algo preocupada.

—¡No! No estoy para nada bien, me dejaron sola y actúe como una tonta —murmuro entre dientes.

Los tres se observan entre ellos seguido de suspirar con decepción, Georg se pone de pie e informa que va al baño.

By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora