By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]

༺†- Capítulo 35 -†༻

Son al rededor de las dos de la madrugada, Tom duerme a mi lado en la cama. La habitación está en penumbras, hundida en un muy profundo silencio inquietante. Hace ya algunos minutos estoy despierta intentando respirar con normalidad, me desperté en medio de una pesadilla que me produjo un leve ataque de ansiedad y, a raíz de eso, se me está dificultando la tarea de ingresar oxígeno a mi cuerpo.

No quise despertar a Tom, se nota lo cansado que está. Prefiero dejarlo dormir e intentar salir de este aprieto por mi cuenta, el problema es que no sólo experimento una enorme ansiedad sino que tengo un muy fuerte presentimiento de que algo malo va a suceder.

—Bebé, ¿Te encuentras bien?

—Si, sólo no puedo respirar —relajo mi voz para no alarmar a mi novio.

—Ven, déjame ayudarte.

Siento como su rostro somnoliento se aproxima a mi, él me ayuda a sentarme en la cama y se ubica detrás de mi abrazando mi cintura.

—Respira conmigo —murmura dulcemente.

Tom me marca el ritmo, cada tanto reteniendo durante más tiempo el oxígeno y de a poco me voy recomponiendo. Pero la extraña sensación en mi pecho no se apaga, todo lo contrario, crece cada vez más. Tengo miedo ya que hasta ahora no hay novedades por parte de Bleach, su último mensaje fue a las once de la noche diciendo que había posibilidades de que encontraran a Molly mucho antes de lo que pensaban y desde entonces no ha vuelto a comunicarse.

—Mi amor, creo que algo malo está por suceder —susurro angustiada, necesito hablar de esto o voy a enloquecerme.

—¿Qué estás sintiendo? Tranquila, puedes contarme.

—Tengo una horrible sensación en mi pecho, cómo una corazonada que me inquieta demasiado. Tom, está por ocurrir algo y no sé qué es, pero va a pasar.

—Está bien, estás teniendo un episodio de ansiedad y tu cabeza está trabajando más de lo que debería. El estrés a veces puede ser muy jodido, bebé.

El sonido de su celular vibrando capta la atención de ambos, él lo toma entre sus manos y cuando la pantalla le ilumina el rostro noto lo cansado que está su rostro. Tom contesta la llamada y lo primero que dice es el nombre del alguacil.

—Dame buenas noticias —sentencia.

Kaulitz se queda en silencio por un largo rato con su teléfono en la oreja, solo puedo verlo juguetear con el piercing de su labio y apretar sus ojos con fuerza. El pesado suspiro que deja salir de su interior me pone alerta, aún más cuando se le tensa la mandíbula y sus ojos apagados se encuentran con los míos en la tenue oscuridad de su habitación.

—De acuerdo, iremos enseguida —corta la llamada.

—¿Qué sucede?

—Bebé, necesito que enciendas la luz, por favor.