—¡¿Tom?!
Alguien me de un puñetazo en la cara si estoy soñando... o alucinando. Si creo que estoy percibiendo una realidad completamente alterada, creo que no debí untarle humus a mis tostadas seguro estaba rancio.
—¿Hailey? —Molly presiona mi hombro sacándome del trance en el que entré al ver a Kaulitz parado frente a mi.
—Moll, creo que estoy viendo fantasmas —le murmuro.
—¿Sabes que puedo oírte, verdad? —se ríe el idiota de Tom —, no soy un fantasma, aquí estoy bebé.
—¿Bebé? —repite Eneas casi que con asco.
Tom y Langford cruzan miradas que sinfueran cuchillos ambos estarían sangrando ahora mismo.
Estoy sorprendida.
Si, sabía que él estaba de regreso, anoche tuvimos una extensa charla con Georg antes de que me quede despierta toda la noche estudiando. Mi mentiroso mejor amigo se confesó conmigo y me puso al tanto de todo lo que estaba sucediendo. Sabía que Tom estaba buscándome pero jamás creí que de aparecería en la pastelería así como si nada.
¡Sinvergüenza!
—¿No me darás un abrazo? —sonríe de lado.
Está tan cambiado, ya no tiene sus características rastas en su cabello, ahora las reemplazó por un prolijo trenzado negro azabache, tampoco lleva gorra sino que una pañoleta cubriendo su frente y su ropa sigue siendo ancha solo que en tonos negros, también azules oscuros.
Pestañeo varias veces, él abre sus brazos de par de par pidiéndome que lo abrace.
—¿Tom? —vuelvo a preguntar acercándome hasta él.
—Hola mi amor —susurra con altanería.
Cuando estoy lo suficientemente cerca, en vez de darle un abrazo, cierro mi mano en un puño muy apretado y se lo estampo en la mejilla logrando que se tambalee un poco retrocediendo contra la barra del local.
—¡Auch! Creo... creo que me rompiste la nariz —se queja apretando con sus dedos evitando que la sangre caiga al suelo —, me gustaba más cuando me tacleabas.
—Qué buen puñetazo —se burla Langford serio, Tom le da una mirada asesina.
—Eneas... —lo regaña Molly —ugh, eso se va a poner feo, ven te daré hielo. Hailey, linda ¿Podrías limpiar este desastre? Iré a buscar el botiquín de primeros auxilios.
—No te preocupes, si yo fuera tú no gastaría ni una venda en éste desgraciado —cruzo mis brazos.
Molly me regaña diciendo que no debo ser grosera y menos con un cliente, se lleva a Tom a su oficina para darle los primeros auxilios. Ojalá le haya roto la perfecta nariz que tiene y le quede chueca, por perro desgraciado.
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By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]
Fiksi Penggemar𝓝𝓾𝓮𝓿𝓸𝓼 𝓪𝓶𝓸𝓻𝓮𝓼, 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓸𝓼 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸𝓼, 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓸𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸𝓼. Después de cinco años separados, Hailey Miller y Tom Kaulitz vuelven a encontrar sus caminos. Tras finalizar sus estudios en Hamburgo, Tom regresa a Bakersfield jun...