By Your Side [#LID SEGUNDA TEMPORADA]

༺†- Capítulo 23 -†༻

—¿Dónde demonios quedó esa bendita carta?

Langford y yo nos encontramos revolviendo todo su departamento, el bicho de la curiosidad nos picó luego de confirmar que Georg (ni ninguno de nuestros amigos) había enviado correspondencia para mi a casa de Eneas.

—¡Aquí!

El tatuado se pone de pie con la carta entre sus manos, la encontró debajo del sofá. Abro rápidamente el típico sobre blanco y de su interior extraigo un papel doblado en dos que leo sin perder más tiempo.

"Tú puta pesadilla se acerca, Kaulitz y tu van a pagar todo lo que hicieron. Ten cuidado en las calles, en quienes confías y en los paquetes que abres".

—Es una carta de amenaza —suspiro dejándome caer en el sofá.

—¿Qué? ¿Amenaza de quién?

—No tiene nombre, pero tengo una vaga idea. Dame un segundo, tengo que llamar a la estación de policías para notificar esto —saco mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón, Langford se sienta junto a mi y acaricia mi espalda.

Tras marcar al 911 pido que transfieran mi llamada al alguacil Bleach que por suerte me atiende al instante, le comento la situación que estoy viviendo y que después de cinco malditos años he recibido una carta de amenaza, no tiene firma de nadie aunque le comento mis sospechas de que pueden ser mi madre o quizá Austin.

—Miller, tienes que tener cuidado ahora que Carter Turner anda suelto.

—¿Qué? ¡¿Y cuándo pensaban notificarme?! Bleach, no puedo creer que le hayan dado la libertad a ese loco psicópata —salto del sofá empezando a sentir pánico.

—Estoy recién entrando en mi turno, acabo de enterarme. No le dieron libertad, él se escapó.

—Hay al menos unos cuatrocientos policías en la maldita cárcel ¿Nadie se dio cuenta de qué ese enfermo escapó?

—Al parecer recibió ayuda de algún guardia carcelero, pero no podré iniciar la investigación si sigues robandome tiempo. Escucha bien, hoy no podré atenderte porque imaginaras la cantidad de trabajo que tengo. Pero mañana a primera hora necesito que vengas a la estación de policías, trae la carta.

Sin darme tiempo a responder Bleach cuelga la llamada.

—¿Qué sucede? —pregunta Langford junto a mi preocupado.

Empiezo a sentir un malestar dentro de mi, como un cosquilleo incesante y ganas de vomitar lo que ingeri en casa de los Kaulitz. Intento comentarle a Eneas lo que acaba de decirme el alguacil pero solo puedo murmurar cosas sin sentido, pareciera que estoy gimiendo pero de dolor.