*Narra Michael*
No me podía tranquilizar, han pasado más de 2 días desde la última vez que vi a Mei y tampoco he podido hablar con el imbécil de Jhon, ya que siempre se mantiene al lado de mi padre y con él cerca no puedo hablar de lo que paso en el risco "tal vez Mei este en el clan luna de sangre con ese chico pelirrojo! O en un hospital!"
- No puedo permitir que una humana me desprecie y prefiera estar con un chupasangre! Donde estas Mei?!- dije molesto para mí mismo
- Que pasa Michael? Te despojaron de tu orgullo - al oír a alguien decir eso voltee molesto, para ver a Jhon con una sonrisa burlona - No sé si lo que habla es tu tristeza por no poder ver a Mei, o tu orgullo que una 'humana' pisoteo
- TUUU! - solté muy molesto - DONDE ESTA MEI?! ACASO ESTA CON ESOS CHUPASANGRE?! ESTA BIEN?! - le grite mientras le sujetaba del cuello de la camisa amenazante
- Acaso estas preocupado por ella? - me respondió sin inmutarse ni siquiera un poco, con su sonrisa burlona en su rostro "estoy...preocupado....por ella?" - Porque no me lo pareció, cuando vi ese moretón en su estómago - "moretón?, acaso ella está gravemente lastimada? Esa no era mi intención... lo era?"
- Eso a ti no te importa - escupí separándome de él - Solo que por desgracia ella es mi mate, y no puedo permitir que me roben lo que me pertenece, o que esta me desobedezca, ella solo puede responder ante mí - en ese preciso momento pude percibir un horrible olor que desapareció al instante, seguido de un gruñido que pude ver emitía Jhon
- NO VUELVAS A DECIR QUE MEI TE PERTENECE! - me grito, ahora él, tomándome del cuello de la camisa - ADEMAS, ELLA ES MUY INTELIGENTE, NUNCA TE ACEPTARA COMO MATE! LA CONOSCO MUY BIEN, Y ELLA NUNCA SE REBAJARIA A ESTAR CONTIGO!
- Jajaja, creo que tienes razón, fue lo suficientemente inteligente como para conseguir engatusarte y al hijo del líder del clan Luna de sangre, pero que zorra más convenida, no creo que se reúse a estar conmigo también – le respondí retador, dejando de lado lo doloroso de su agarre
- NO VUELVAS A REPETIRLO!!! - me dijo mientras me miraba con unos ojos asesinos que hicieron que temblara "de nuevo ese olor" pero luego se calmó - Ella nunca aria algo como eso - me dijo mientras me soltaba para empezar a alejarse dándome la espalda
- OE!! - le grite para que no me ignorase y este se detuvo en seco
- Escucha, alejate de Mei si no quieres acabar muerto - me dijo con un tono sombrío y volteando su rostro para dejar ver una mirada fría y escalofriante, para luego seguir caminando
En ese momento me di cuenta que no estaba bromeando, un gran temor me paralizo y no podía hacer más que ver como Jhon se alejaba. Me di cuenta que no podía usar a Mei como quería, así que no había otra opción más que romper el lazo que me unía a ella. Pero aun así, Jhon no se escaparía del castigo que se merecía por desafiarme, pero yo solo no podría con él, necesitaba ayuda "creo que Javier y Nicolás son buenas opciones"
Decidí que esa noche iría al risco, para ver si Mei se encontraba con ese chupasangre. Me encerré en mi habitación, lo que era raro en mí, y me quede ahí pensando hasta que llego la noche. Luego de que me di cuenta de esto, me levante y me dirigí asía afuera para encaminarme hacia el risco. Cuando al fin llegue a este, vi algo que me sorprendió mucho. En la orilla del risco pude ver a ese Sam, abrazando desesperadamente a una linda chica de cabello blanco, aunque no le pude ver la cara se notaba que era bella "así que Sam, también le pone los cuernos a Mei, me pregunto cómo terminara todo esto >:)". Me fui satisfecho por la información que conseguí.
*Narra Jhon*
No podía creer que Michael siga diciendo que mi hermana le pertenecía, tuve que alejarme de él si no quería terminar siendo descubierto. Cada vez que abría su bocata me enfurecía tanto que mi lado vampiro quería salir y despedazarlo. En fin, decidí relajarme saliendo afuera, ver el bosque siempre me calmaba, ahí solo respire hondo y recordé que en cualquier momento podría despertar Mei.
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Una rosa entre margaritas
FantasíaLos secretos pueden llegar a ser peligrosos, no solo para ti sino para otros. El guardarlos puede terminar provocando desastres y tragedias. Eso es algo que aprendí desde pequeña. Aun así, mírenme, guardando un secreto con recelo. Viviendo en un mun...