Capítulo 37

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*Narra Max*

Me sentía confundido y preocupado. Estaba corriendo en mi forma de lobo, junto a Kimi, que no sabía cuándo había llegado, Lucas y otros vampiros, en busca de Michael.

Luego de la bofetada que recibí de Meri y tratar de pedir una explicación de todo eso, me contaron todo lo que había sucedido, todo lo que mi manada había hecho a mis espaldas, todo lo que le estuvo sucediendo a Mei desde que llego, el que Mei sea la Luna de mi hijo, todo lo que mi hijo había hecho al creer que Mei estaba saliendo con Jhon y ver que salía con el hijo de Lucas, y todo lo que estaba sucediendo esta noche. Nunca imagine que la manada en serio volvería a lo que era, y que mi propio hijo se convirtiera en lo que yo quería evitar.

"Al final, la historia se repite de nuevo"

Seguí corriendo rezando que todo esto acabara diferente a como acabó en el pasado, pidiendo por Dios que Michael no haya cruzado la línea y haya llegado al punto sin retorno - AHHHHHHHHH - pero ese pensamiento se esfumo al oír un grito de dolor que resonó ni bien pusimos un pie en el territorio de la manada. Corrimos lo más rápido que pudimos en esa dirección, pero una vez llegamos al lugar, mi mundo colapso al ver tal escena.

Jhon estaba clavando unas largas garras en el brazo de Cristian, quien estaba desesperado por el dolor, Michael estaba en el piso aterrado de lo que veía, y Nic algo alejado de ellos tratando de ver que podía hacer, hasta que nos vio.

- Sr. Hurnet! Jhon está... - No termino de hablar ya que Jhon sacó sus garras del brazo de Cristian como si nada y volteó a vernos

Sus ojos me provocaron un escalofrío que solo había sentido una vez en el pasado, esa mirada sin vida era la misma mirada que su madre puso esa horrorosa noche, y ya sabía lo que significaba.

- Jhon! Por favor! Reacciona! - traté de que me escuchara, pero estaba en el estado que temía. Se estaba guiando de puros instintos, y cuando eso pasaba...

*Narra Autora*

Jhon veía fijamente al Sr. Hurnet, no parecía tener la intención de atacar directamente, solo se quedó mirándolo con esos ojos sin vida tan penetrantes. Hasta que su vos resonó muy profundo en los oídos de Max.

- Tu... lo sabias - acusó Jhon con dificultad y con una ira contenida, causando un escalofrío en el lobo más viejo - Tu... lo sabias... TU... LO SABIAS...Y NO HICISTE NADA! - soltó Jhon con más furia, empezando a acercarse lentamente a Max, quien estaba petrificado y asustado - NO LOS DETUVISTE!!

- Yo... lo siento... lo siento tanto, Jhon - soltó resignado el Sr. Hurnet, aceptando todo lo que podrían hacerle

- JHON! - le gritó Nic poniéndose delante de él y deteniendo su paso - Jhon, soy yo, Nic - trató de que lo reconociera hablando en un tono tranquilo - Vamos, este no eres tu - empezó a hablarle como siempre - Recuerdas que te prometí que no te dejaría cometer una locura, pues creó que no la cumplí, ya que destrozaste el brazo de Cristian y lo dejaste molido - le dijo bromeando, relajando un poco la expresión de Jhon - Vamos hermano, ya les diste una lección, dudo que vuelvan a hacer algo como esto. Además, no deberíamos ir a ver a Mei?

Esa palabra pareció haberlo hecho reaccionar un poco. Todos los demás estaban muy tensos, en completa quietud, esperando el siguiente movimiento del peliblanco que parecía relajarse poco a poco.

Aun se veía reflejado el miedo y tensión en los espectadores más jóvenes, pero Sofía más que miedo sentía una preocupación muy grande al ver a Jhon en ese estado. Era la primera vez que veía al hermano de Mei y nunca hubiera creído que esa bestia era el mismo hermano cariñoso del que le hablaba Mei. Se quedó viendo al peliblanco notando cada herida y golpe en su cuerpo, hasta que por mera casualidad sus ojos terminaron encontrándose, dejando a ambos en un pequeño transe. Pero Michael terminó siendo presa del miedo y trató de correr, lo que provocó que Jhon volviera a enojarse.

Una rosa entre margaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora