**** Flashback (8 años atrás) ****
*Narra Mei*
Desde que tenía memoria, mi hermano y yo nunca habíamos salido del clan. Desde muy pequeños nos decían que debíamos tener cuidado de las manadas de afuera, en especial Jhon, quien mi madre le pedía ocultar su cabello ante cualquiera fuera del clan. La verdad, eso tanto para Jhon como para mí nos parecía algo extraño, pero aun así obedecíamos.
Mientras los otros niños podían ir al pueblo con sus padres o ir a la primaria allá, nosotros nos quedábamos a que nos impartieran clases en casa, que al parecer eran mucho más avanzadas que las de los otros. Aunque no era tan malo, ya que todas las tardes siempre nos reuníamos los chicos y yo a jugar. Tanto yo, como Jhon, Diego y Tomas, a veces Nic que venía de visita, nos la pasábamos jugando hasta que el sol se pusiera, siempre con las cariñosas y alegres miradas de nuestros padres.
Papá era el líder del clan, siempre fue un querido y comprensivo líder, además de ser el mejor padre del mundo, siempre alegre y divertido. Mamá no se quedaba atrás, ella era la más cariñosa madre que cualquiera pudiera pedir. Siempre con su cálida sonrisa, con su amable y dulce voz, su amabilidad para con todos era indiscutible, nunca levantaba de más su voz para ser escuchada, inclusive en sus regaños, era imposible discutirle.
Ese día desperté muy emocionada, después de todo, el día siguiente era mi cumpleaños, por lo que Jhon y yo hablamos y acordamos cual sería mi regalo, ya que era algo que ambos en serio queríamos.
Me levanté lo más rápido que pude y baje las escaleras a paso tan veloz que un mal paso y terminaría cayendo.
- Mei, que te dije de correr por las escaleras, jovencita - escuché a mi padre desde el sofá de nuestra sala, donde no despegaba sus ojos del periódico
- Perdón - me disculpé algo avergonzada bajando los últimos escalones que me quedaban más despacio, para luego ir corriendo a la cocina, donde sabia, mi madre estaba terminando el desayuno
- Ahhh mi pequeña, nunca puedes estar quieta - oí suspirar a mi padre con alegría mientras se levantaba y me seguía a la cocina
Una vez ahí pude ver que Jhon ya estaba sentado en la mesa, esperando impaciente por los panqueques que mamá estaba por acabar de preparar. Al instante, al igual que él, tome asiento a su lado, esperando con la misma impaciencia por nuestro adorado desayuno.
- Hoy sí que despertaron con energía, no? - nos dijo bromista mamá mientras pasaba dos platos de sus deliciosos panqueques frente nuestro
- Creo que a nuestros hijos les inyectaron una gran cantidad de azúcar en la sangre al despertar - le siguió la broma papá entrando a la cocina yendo al lado de mamá para depositar un suave beso en sus labios - Buenos días cariño - la saludo cariñosamente para luego ir con nosotros y depositar un beso en la mejilla a cada uno - Y buenos días a mis pequeños trolls - nos saludó para luego revolvernos el cabello y después tomar asiento
- No somos trolls - me quejé asciendo un puchero. La verdad no me gustaba que me revolvieran el cabello, a lo cual mis padres solo rieron a lo bajo, mientras Jhon ya estaba engullendo sus panqueques - Cierto! Saben que días es mañana, cierto?! - solté emocionada dando brinquitos en la silla
- Mmm... Mañana? qué podría ser? - cuestionó mamá pensativa y bromista, sentándose para también desayunar
- Cierto, creo que mañana toca pagar la luz - le respondió papá igual de bromista, haciéndonos reír a ambos
- Noo, es mi cumpleaños - les avisé animada
- Cierto, es el cumpleaños de nuestra princesa - soltó mi papá alegre felicitándome
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Una rosa entre margaritas
FantasyLos secretos pueden llegar a ser peligrosos, no solo para ti sino para otros. El guardarlos puede terminar provocando desastres y tragedias. Eso es algo que aprendí desde pequeña. Aun así, mírenme, guardando un secreto con recelo. Viviendo en un mun...