Narrador Omnisciente
Después de que todos escucharan la historia de la familia Smith White, simplemente guardaron silencio, ninguno parecía saber que decir, o hacer, pero nadie los culpaba, que se le podía decir a una persona en la situación de ese par de hermanos.
Aun así, el peliblanco pudo sentir una pequeña presión en su mano que desvío su mirada a la persona que la tomaba con tal delicadeza, Sofí. Solo con ese tacto y su mirar que no solo transmitía tristeza sino también apoyo, fue lo único que sintió él necesitar para aliviarse.
Volviendo con su humor renovado, y olvidando todo lo malo hasta el momento, mostro su sonrisa despreocupada de siempre, tratando de restarle importancia a la situación y relajar la tensión que se formó en los presentes.
- Vamos! No se queden callados y menos con esas cara - soltó divertido - Al menos al fin puedo decir que esto terminó, no de la manera que esperaba, pero terminó - dijo relajando un poco más el ambiente
- Supongo que es así - habló resignada la Sra. Olsone, sabiendo que no ganaría nada manteniéndose callada - Bueno, quien tiene hambre? no se el resto pero no he podido cenar nada por todo lo ocurrido - soltó la vampiro mayor yendo al lado de su esposo y el Sr. Hurnet - Vamos, Max, Lucas, hay que preparar algo para los chicos - avisó arrastrando al par de adultos fuera, dejando a todos los jóvenes de la casa en la habitación con un aire de incomodidad, aunque el más incómodo y alterado parecía ser Sam, quien no paraba de fijar su vista en la puerta.
Con algo de entendimiento de su actitud, Jhon, trató de escuchar si Mei aun seguía con Michael, algo que sus oídos sobrehumanos lo ayudaban a la perfección, oyendo una conversación demasiado privada para ellos. Algo culpable por oír la ruptura de su hermana, decidió desviar su atención al otro chico que parecía ser el más incómodo en ese momento, el cual estaba pegado a Nic.
- Javier, me entere que fuiste tú quien llevo a Mei al hospital - soltó el peliblanco llamando la atención del castaño, sobresaltándolo un poco al estar todas las miradas ahora en él, incluida la del pelirrojo
- Si... este... lo siento... yo...
- Gracias - le interrumpió para relajarlo, aunque su actitud nerviosa y algo arrepentida le daba gracia al ojigris - Si no fuera por ti Mei no estaría bien - le sonrió agradecido, pero parecía que sus intentos de animarlo tuvieron el efecto contrario
- Si no fuera por mí, esto tal vez no habría pasado - soltó cabizbajo arrepentido
- No fue tu culpa! aunque no hubieses participado, Michael habría encontrado a otra persona que le ayudase! - gritó Nic fastidiado que su amigo se esté culpando
- Pero...
- Nic tiene razón, no fue tu culpa – soltó Jhon comprensivo - Además... – en ese momento, el peliblanco empezó a ver algo que no había notado antes entre esos dos - No puedo culpar a alguien que busca la atención de esa persona especial - soltó divertido avergonzando al castaño a mas no poder, y confundiendo a su hermano lobo, causando risas en el par de parejas que entendieron muy bien la situación, menos un pelirrojo que seguía inquieto.
Jhon entendía la inquietud de Sam a la perfección, si bien no se trataba de su pareja de vida, se trataba de su hermana, solo quería que esa 'conversación' terminara bien, y que su adora hermana decidiera lo mejor para ella. Cosa que logro comprobar al escuchar pasos de alguien bajando las escaleras, no gritos, no arrebatos, o cosas rompiéndose, solo lentos pasos dirigiéndose a la planta baja
- Oye, Sam, creo que deberías subir – le avisó al pelirrojo sobresaltándolo
- Pero ellos...
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Una rosa entre margaritas
FantasyLos secretos pueden llegar a ser peligrosos, no solo para ti sino para otros. El guardarlos puede terminar provocando desastres y tragedias. Eso es algo que aprendí desde pequeña. Aun así, mírenme, guardando un secreto con recelo. Viviendo en un mun...