Capitulo 37

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[Hora: 9:42 pm.]

Situándonos en lo profundo de un espeso bosque que se localiza en una de las islas flotantes que rodean la enorme isla en donde se ubica el reino de los dioses griegos. Nos hallaremos específicamente en una zona la cual estaba cubierta por numerosos arbustos y árboles, en cierta parte de aquel sitio se puede visualizar a Zeus quien se colocaba de pie. Sin decir alguna palabra el dios comenzó a caminar hasta detenerse delante su “Quitón”. Este se agacho para agarrar la prenda, y luego Zeus empezó a vestirse mientras escuchaba los lamentos y sollozos de una diosa. Cuando termino de vestirse, el dios se volteo y vio a la diosa que se encontraba acostada boca arriba en cierta parte del suelo.

Zeus: Intente hacer las cosas bien contigo, mí amada... - Observo a la diosa la cual tenía su parte íntima y sus senos cubiertos por unas hojas -: Quería enamorarte, quería hacer que sintieras amor por mí. Pero, tú. Tú viniste a mí a decirme que ya no querías verme, me dijiste que ya no querías continuar con estos encuentros nocturnos... - Movió la cabeza en señal de negación -: En verdad, no te entiendo. ¡¿Por qué tuviste que decirme: “Debemos de detenernos, no podemos continuar con estos encuentros nocturnos”, “Zeus, ya tenemos que detenernos”, “No podemos seguir con esto, ya has traicionado muchas veces a Hera conmigo”?! - Volvió sus manos en forma de puño -: Pero, lo peor de todo. ¡Es que tú, tú juraste por el rio Estigia que no volverías a tener sexo conmigo! - Dio varios pasos hacia adelante, al detenerse con su pie derecho pateo el rostro de la diosa -: ¡Incluso hace un momento te negaste a tener relaciones sexuales conmigo, Leto! - Con su pie derecho piso el pecho de la diosa causando que ella gritase de dolor -: Ahora mismo estoy muy enojado contigo, Leto. ¡¿Por qué carajos ya no quieres seguir teniendo sexo conmigo?! ¡Dime, Leto! ¡¿Qué te hizo cambiar de opinión?! ¡Dime, en este mismo instante! ¡¿Cuál es la razón y el motivo, para que hayas tomado esa decisión?!

Leto: Desde el primer momento en que me pediste que nos reuniéramos para conversar, yo... - Tosió un par de veces -: Yo te dije que no quería estar junto a ti, incluso todas esas veces que intentaste seducirme. ¡Yo siempre te dije que dejaras de intentar enamorarme, ya que tú estás casado!  - Sus lágrimas continuaban brotando de sus ojos -: Pero, tú. Tú nunca aceptas un: “No”. Como respuesta. ¿Verdad? - Movió lentamente sus brazos y con sus manos agarro el pie del dios -: Siempre obtienes lo que quieres, muy bien sea por las buenas o por las malas. ¡Tú siempre buscas la manera de obtener lo que deseas! Sin importarte todo el daño que haces a los que están a tu alrededor...

Zeus: ¡Ya, suéltame el pie! - De manera brusca aparto su pierna, vio con seriedad a la diosa -: Leto, será mejor que dejes de decir tantas tonterías. Mientras más escucho lo que dices, me haces enojar mucho más de lo que ya estoy...

Leto: En algún momento, ya sea. En unas cuantas semanas, o en algunos meses e incluso en algunos años en el futuro. Alguien va a aparecer y ese ser va a tomar tu puesto como el nuevo rey de todos los dioses griegos... - Se levanta con dificultad -: Estoy completamente segura que, cuando ese ser aparezca. Tu vida se volverá un verdadero tormento, ya que tú no le llegaras ni siquiera a los talones en poder a ese ser...

Zeus: ¡Leto! ¡¿De qué mierdas estás hablando?!

Leto: ¿De qué estoy hablando, Zeus? - Una burlesca sonrisa se formó en su rostro -: Creo que ya deberías de saber, de que hablo. Después de todo, tú sabes perfectamente que en algún momento uno de tus hijos o hijas se van a revelar en contra de ti para poder ser el nuevo rey de los dioses griegos... - Exhalo con pesadez -: ¿No es irónico, Zeus? Tú derrocaste a tu padre para volverte rey, tú padre derroco a su padre para volverse rey. Es un ciclo que se ha estado repitiendo, pero. Ese ciclo acabara en el momento de tu muerte, y en el momento en que un nuevo rey guie de mejor forma a todos los dioses griegos...

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