Capitulo 38

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Voz de Hécate:
¡Mi señor, Hades!

Los dioses presentes, los ciclopes e incluso la fénix y sus hijos, todos estos quienes se encontraban de pie en cierta parte de las afueras del castillo. En el momento en el que todos ellos escucharon la voz de Hécate, de inmediato estos dirigieron sus vistas hacia el sitio donde provino la voz. En ese instante todos ellos pudieron ver a la diosa quien era acompañada por un grupo de ocho Parcas, cuando estos nueve llegaron al sitio donde se hallaban todos los presentes. Rápidamente Hécate junto a las Parcas se arrodillaron, esta acción hecha por aquellos nueve seres provoco que los Ciclopes se sorprendieran. Incluso Aurora y sus hijos se sorprendieron, los que no se habían sorprendido fueron: Hestia, Atenea, Hefesto y Afrodita.

Hécate: No puedo expresar en estos momentos lo alegre que me encuentro por su regreso, mi señor... - Elevo su rostro y vio a su rey -: Honestamente, yo llegue a pensar que usted se iba a tardar mucho tiempo en el mundo de los mortales. Debo de decirle que, yo por un momento llegue a pensar que iba a tener que ir personalmente al mundo de los mortales y buscarlo...

Hades: ¿Qué? ¿Qué acabas de decir, Hécate? - Arqueo su ceja derecha -: ¿Tú ibas a ir al mundo mortal a buscarme? ¿Por qué? - Se cruzó de brazos -: Hécate, quiero que me digas ahora mismo... - Su mirada cambio a una de seriedad -: ¿Qué ha estado ocurriendo en el inframundo mientras estuve ausente?

Hécate: Pues, no creo que esta sea el mejor momento para darle la información... - Llevo su vista hacia cada uno de los ciclopes, luego dirigió su mirada hacia la fénix y sus hijos -: Ya que, por lo que veo. Usted ha traído al inframundo a unos cuantos invitados... - Vio a cada uno de los dioses -: Conozco a Atenea, es una diosa que le dieron ese título de: “Diosa de la sabiduría”. También conozco a Afrodita, esa diosa es una que no me agrada para nada. Ella, tiene ese título de: “Diosa del amor”. Pero, honestamente ese título no le queda... - Exhalo con cansancio -: La otra diosa que está aquí, ella es Hestia. ¿Verdad? Bueno, conozco mucho sobre ella e incluso conozco sus títulos como diosa. Pero, lo que me deja sin palabras y sorprendida es... - Observo con seriedad a Hefesto -: Ese dios, él tiene una rara energía que corre por todo su cuerpo. Me atrevo a decir que es una energía que incluso yo desconozco, eso me genera mucho interés... - Una leve sonrisa se formó en su rostro -: Pero, quisiera saber. ¿Quién es ese dios? ¿Qué títulos tienes? - Agacho la cabeza -: Y, además. Quisiera saber. ¿Por qué razón él, esos tres fénix, esos ciclopes y esas tres diosas están en el inframundo?

Voz de Hades:
Lo primero que debes de saber, Hécate. Estos invitados, como lo acabas de llamar. Pues, digamos que ellos vivirán en el inframundo por unos cuantos años. Cualquier pregunta que tengas, luego te la voy a contestar. Lo que sí puedo decirte ahora mismo, es que. Estos Ciclopes son los sirvientes de mi sobrino Hefesto, la fénix y sus dos hijos. Bueno, se podría decir que ellos son. Este. ¿Cómo decirlo?

Voz de Aurora:
Actualmente soy la prometida de Hefesto, en algún momento nos casaremos y después de que me vuelva su esposa. Yo voy a ser la madre de sus hijos...

Voz de Atenea / Voz de Afrodita:
¡Tú no eres la prometida de Hefesto! ¡Aurora, deja de mentir! / ¡Esa fénix está mintiendo, ella no es la prometida de Hefesto! ¡Yo soy la prometida de Hefesto! ¡Él será quien se vuelva mi futuro esposo!

Los pensamientos de Hécate fueron repentinamente interrumpidos por todas y cada una de las palabras dichas por: Hades, Aurora, Atenea y Afrodita. En el momento en que la diosa elevo su cabeza, esta pudo ver a Aurora y Atenea quienes observaban a Afrodita con enojo. Esta última miraba a Aurora y a Atenea con mucha ira, a lo lejos de estas tres diosas se veía a Hestia quien exhalaba con cansancio. Por otro lado se ve a Hefesto quien estaba de brazos cruzados mientras sonreía de forma nerviosa.

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