Capitulo 34

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[Unos minutos atrás.]

[Hora: 9:21 pm.]

Situándonos a varios metros lejos del lugar en donde se hallaban: Hefesto, Atenea, Hestia, Aurora y los Ciclopes. Nos encontraremos específicamente en cierta parte del selvático bosque el cual se localiza en la zona sur de la isla. En el mencionado sitio se logra visualizar el nido de la fénix, en el interior del nido se observa a Hades. Este se encontraba sentado, teniendo sus cruzados el dios en su rostro tenía una mirada seria con la cual veía al niño y la niña. Estos dos últimos se hallaban sentados delante de Hades, ambos miraban con curiosidad al dios.   

Hades: Honestamente no sé si ustedes dos pueden entenderme, pero. Se los voy a volver a repetir, así que escuchen con mucha atención. ¿De acuerdo? - Vio que el niño y la niña movieron la cabeza en señal de afirmación -: ¿Ha? Oigan. ¿Ustedes acaban de entender lo que les dije? - Ve que el niño y la niña nuevamente movieron sus cabezas en señal de afirmación -: Oh, entonces. Muy bien, como les dije hace un momento. Ustedes dos se han confundido, yo no soy su madre. Tampoco soy su padre... - Observo que el niño y la niña agacharon las cabezas mientras la expresión en sus rostros cambiaron a una de tristeza -: Oigan, niños. No pongan esas caras. ¿Sí? - Vio que el niño y la niña elevaron sus cabezas para mirarlo -: Es verdad, no soy su padre y tampoco soy su madre. Pero, yo soy su tío. El tío abuelo Hades. ¿Lo entienden?

Voz ¿? / Voz ¿?2: ¡Tío abuelo Hades!

Sorpresivamente el niño y la niña se levantaron, en ese instante ambos se lanzaron hacia el dios. Este último fue tacleado por el niño y la niña, al caer de espalda. Se ve que en el rostro de Hades había una expresión de dolor, en ese momento este dirigió su vista hacia sus dos sobrinos. Al ver la expresión de felicidad del niño y la niña, en ese instante una sonrisa se formó en el rostro del dios.

Hades: Bien, de acuerdo... - Movió sus brazos y coloco sus manos sobre la cabeza de los niños -: Ustedes dos ganan, voy a aceptarlo. Ustedes dos también me agradan...

Al culminar sus palabras Hades escucho las risas de los pequeños, en ese momento el dios se contagió de las risas de los niños y empezó a reírse. Las risas duraron por un par de segundos hasta que la risa de Hades se detuvo, en ese instante en el rostro del dios se formó una expresión de seriedad. Con cuidado este aparto a los niños, luego Hades se levantó mientras dirigía su mirada hacia cierta dirección.

Hades: Oh, vaya. Esto sí que es una inesperada sorpresa... - Se cruzó de brazos -: Helios y Afrodita... - Observo a lo lejos aquel carruaje que era tirado por corceles que tenían ciertas partes del cuerpos cubiertos de fuego -: Me pregunto. ¿Por qué esos dos dioses han venido hasta esta isla? Acaso... - Al bajar su mirada, ve que los pequeños se habían levantado y se ocultaron detrás de sus piernas -: ¿Esos dos, ellos han venido por estos dos pequeños? - Llevo su vista hacia el carruaje que se desplazaba por los alrededores de la isla -: Bueno, puede que esos dos hayan sentido las energías divinas que provenían de estos dos pequeños. Esa puede ser la razón de que ellos dos se encuentren aquí, pero. Aun así, me sigue causando intriga el saber. ¿Por qué Helios y Afrodita están junto? Acaso. ¿Esos dos estaban teniendo un encuentro? Bueno, eso no me sorprendería la verdad. Ya que Afrodita es una diosa que se acuesta con cualquiera... - Exhala con cansancio -: En fin, lo mejor será que atraiga la atención de esos dos...

Voz ¿?: No...

Voz ¿?2: Dan miedo...

Voz ¿?: Esos seres que se encuentran en esa cosa...

Voz ¿?2: Ellos están envueltos en maldad...

Hades: ¿He? - Dirigió su mirada hacia los pequeños -: Ustedes... - Siente sus piernas ser abrazadas por los niños quienes estaban temblando -: Estos mocosos, en verdad me han dejado sorprendido. Nunca llegue a pensar que ellos dos pudieran hablar, pero lo que más me ha dejado sorprendido fue... - Llevo su vista hacia el carruaje que se movía por el amplio cielo -: Las palabras que acaban de decir, y ahora me pregunto. ¿A qué se están refiriendo estos mocosos? Acaso, estos mocosos... - Sus ojos se engrandecieron del asombro -: ¡¿Ellos pueden ver los sentimientos de los dioses?! - Cerró sus ojos -: Lo mejor será que después hable con Hefesto sobre esto... - Exhalo con cansancio mientras abría sus ojos -: Oigan, mocosos. No deberían de tener miedo, ninguno de esos dos idiotas que se encuentran en esa carroza los lastimara. Y si ellos llegan a intentar algo en contra de ustedes, pues yo... - Su cuerpo fue envuelto por un manto de energía -: Los asesinare sin piedad...

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