Capitulo 31

701 88 7
                                    

[Hora: 9:10 pm.]

Ubicándonos a unos cuantos metros lejos del sitio en donde se encontraban aquellas dos diosas y la fénix, nos vamos a localizar exactamente en cierta parte del selvático bosque el cual se ubica en la zona sur de la isla. En el mencionado lugar se observa el nido de al fénix, dentro de aquel nido se puede visualizar a Hades. Este se hallaba sentado, teniendo sus brazos cruzados el dios veía con seriedad los dos huevos que se situaban delante de él.

Hades: Luego de que se acabara la Titanomaquia, mi hermano Zeus nos hizo un llamado a mis hermanos y a mí. El deseaba que nos reuniéramos todos nosotros en una ciudad que estaba en ruinas, esa ciudad alguna vez fue conocida como: “Ciudad Imperial del Titán”. - Suspiró -: Una ciudad la cual fue dominada por mi padre, Cronos... - Llevo su vista hacia el cielo nocturno -: Antes de que estallara la guerra entre mis hermanos y yo en contra de nuestro padre, les puedo asegurar que esa ciudad era muy hermosa. Pero, en el momento en que estalló la guerra. La ciudad termino devastada por todos los ataques que todos mis hermanos y yo realizamos, incluso eliminamos un gran número de sus habitantes. - En su rostro se formó una expresión de tristeza -: Muchos de los habitantes que eran inocentes terminaron muertos, ya que. La orden de Zeus fue asesinar sin piedad, asesinar a todos los que se cruzaran en nuestro camino... - Cerró sus ojos -: A pesar de que ya haya pasado mucho tiempo desde lo que ocurrió, yo aún puedo escuchar los gritos y las suplicas de los habitantes de esa ciudad. Recuerdo perfectamente a muchos titanes que me rogaban para que no los asesinara, yo muchas veces dude en asesinarlos. Ya que me parecía muy mal asesinar a aquellos titanes que se rendían, pero. Zeus... - Volvió sus manos en forma de puños -: Ese bastardo asesino a varios titanes que había capturado, incluso me dijo: “No dejes a ninguno vivo, todos ellos no merecen permanecer con vida...” - Abrió sus ojos -: Zeus quería erradicar por completo a todos los titanes, pero. Afortunadamente no logro su cometido... - Llevo su mirada hacia los huevos -: Creo que me desvié del tema principal, pequeños. Espero me puedan disculpar, yo les quería narrar sobre el día en que me termine convirtiendo en el rey del inframundo. Y, bueno. Me termine desviando, pero tranquilos. Yo continuare narrándoles mi historia... - Una sonrisa se formó en su rostro -: Este, como ya les dije. Mi hermano Zeus nos hizo un llamado a mis hermanos y a mí, nosotros fuimos de inmediato al sitio en donde iba a ser nuestra reunión... - Movió sus brazos y coloco sus manos sobre sus muslos -: Ese día mi hermano nos dio un discurso a nosotros para que entendiéramos que la era de los titanes había terminado, y que la era de los dioses llego. Luego de que el dio ese aburrido discurso, Zeus comenzó a repartir el universo. Poseidón se quedó con los mares, Zeus con el cielo y yo. Pues, yo me quede con el inframundo... - Exhalo con cansancio -: Les voy a decir una cosa, pequeños. Ser el rey del inframundo no es una tarea tan fácil, a pesar de que Zeus o Poseidón siempre digan que reinar es muy fácil. La verdad es que reinar no es una tarea tan fácil, tal vez. Mis hermanos hablen de esa manera, ya que. Ellos dos no tienen la misma responsabilidad que yo tengo, el inframundo es un reino el cual tienes que estar siempre atento. Porque, es un reino que día tras día se va expandiendo y nuevas criaturas empiezan a nacer allí...

Sorpresivamente un raro sonido se escuchó por los alrededores, en ese momento el dios se levantó mientras llevaba su vista en varias direcciones. Al no observar nada por los alrededores, en el rostro de Hades se formó una expresión de confusión. De pronto, este nuevamente escucho aquel sonido pero este era diferente. Era un sonido parecido al crujido de unos huesos, en ese instante el dios llevo su mirada hacia los huevos. Los ojos del dios se engrandecieron del asombro al ver que ambos huevos empezaron a agrietarse, de aquellas grietas brotaba una intensa luz.

Hades: ¡Nacerán! ¡Ya van a nacer! - Dirige su vista en varias direcciones -: Oh, no. ¡Oh, no! ¿Qué debo hacer ahora? ¡No sé nada sobre el nacimiento de los bebes fénix! - Movió su brazo izquierdo y se dio a sí mismo una bofetada -: Muy bien, Hades. Eres el rey del inframundo, eres un excelente gobernante. ¡Has tenido muchas dificultades en toda tu vida y has salido adelante! El nacimiento de unos bebes fénix, esto no será un problema...

Cambiando el Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora