Capítulo 18

562 61 18
                                    

[Hora: 10:40 pm.]

Nuevamente nos vamos a ubicar en la isla en donde estaban los dioses, exactamente nos hallaremos en cierta parte de una de las tres montañas que hay en la amplia isla. En aquel lugar se observa el nido el cual estaba cubierto por numerosos arbustos y árboles, dentro de aquel nido se puede ver a la fénix en su forma humana abrazando los dos huevos. En el momento en que esta cerró sus ojos, el cuerpo de ella comenzó a ser cubierto por un manto de energía rojizo-anaranjado. De pronto aquella energía comenzó a transferirse a sus huevos los cuales fueron cubiertos por aquel manto de energía.

A unos cinco metros lejos del nido se logran ver a la pequeña Hestia quien se hallaba de pie cerca de Atenea, ambas diosas observaban con mucha atención al dios. Este último estaba terminando de juntar unas cuantas ramas secas, al momento en que el dios se alejó de las ramas. Hefesto llevo su mirada hacia las diosas.

Hefesto: Bien, ya es hora... - Una sonrisa se formó en su rostro -: Tía Hestia, por favor. ¿Podrías hacer lo que te dije? - Vio a la diosa mover la cabeza en señal de afirmación -: ¡Excelente!

El brazo derecho de Hestia se elevó, en ese instante en frente de la palma de su mano apareció una pequeñas llamas las cuales salieron disparadas e impactaron contra las ramas secas. En ese momento se pudo ver como aquellas ramas ardían en fuego.

Atenea: Hefesto. Me podrías explicar nuevamente... - Movió su brazo derecho y con su dedo índice señalo la fogata -: ¿Qué es esa cosa? 

Hefesto: Eso que estas señalando, se le conoce como: “Fogata”... - Comenzó a caminar -: También tiene otros nombres como: “Hoguera”; “Fogón”; “Lumbre”; “Pira”... - Se detuvo cerca del tronco de un árbol -: Pero, generalmente se le conoce como: “Fogata”... - Se sienta -: Antes de que me hagas otra pregunta, Atenea... - Vio que la diosa lo miraba con enojo -: La fogata es un fuego mantenido voluntariamente, se utiliza para muchas cosas. Un ejemplo, seria: “Mantener nuestros cuerpos calientes y lejos del frio”, “Calentar nuestros alimentos”, “Celebrar algunos ritos”. Incluso se pueden hacer algunas fiestas...

Atenea: A veces me siento una tonta cuando estoy junto a Hefesto... - Empieza a caminar -: Siempre me termina sorprendiendo por todo el conocimiento que tiene, a veces creo que el título que tengo es simplemente una decoración... - Se detuvo, luego se sentó al lado derecho del dios -: Quien debería de llevar el título de: “Dios de la sabiduría”. Ese tendría que ser Hefesto, no yo... - Ve con tristeza la fogata -: ¿Debería de decírselo a Hefesto? - Sintió la mano del dios sobre su cabeza -: ¡¿He?! - Llevo su vista hacia el dios -: ¿He-Hefesto? - Sus mejillas cambiaron de un color blanco a rojizo intenso -: Pe-Pero. ¿Qué crees que estás haciendo, idiota?

Hefesto: ¿Qué? ¿No es obvio lo que hago? - Continúa acariciándole el cabello -: Solo te estoy acariciando el cabello. Dime, Atenea. ¿No te gusta que te acaricie el cabello? Acaso. ¿Quieres que me detenga? Porque si eso es lo que quieres, puedo detenerme...

Atenea: Tonto... - Llevo su mirada hacia la fogata, susurro -: Obviamente me gusta que me acaricies el cabello, no quisiera que te detuvieras... - Exhalo con cansancio -: Hefesto. ¿Puedo hacerte una pregunta?

Hefesto: Sí, claro. Dime. ¿Qué quieres saber ahora, Atenea?

Atenea: Hefesto. ¿No te gustaría tener mi título como: “Dios de la sabiduría”? - Utilizando el rabillo del ojo vio que el dios la miraba con seriedad -: Hefesto eres un dios que tiene un vasto conocimiento que supera el mío, incluso siento que mi título te queda mejor a ti que a mí...

Cambiando el Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora