Capítulo 6

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[Hora: 3:50 pm.]

Ubicándonos en cierto sitio del exterior de uno de los once templos que se localizan en la zona central de la gigantesca isla flotante, nos encontraremos específicamente en un hermoso jardín el cual se sitúa al lado derecho del templo. En aquel sitio se ve una gran cantidad de árboles los cuales gracias a sus abundantes hojas logran hacer una sombra, debajo de aquella sombra se observa una mesa que está rodeada por cuatro sillas. Dos de estas sillas están ocupada por dos diosas, una de estas diosas es Hestia y la otra diosa fue quien había guiado a Hefesto hasta la sala de reuniones de los dioses. Esta última diosa tenía sus brazos cruzados y sus ojos cerrados hasta que escucho el pesado suspiro de su hermana, en ese momento esta abrió sus ojos y al ver a su hermana con una expresión triste. La mirada de la diosa cambio a una de preocupación.

Voz ¿?: Hestia, creo que estas exagerando. No creo que Atenea sea tan tonta para romper su juramento al rio Estigia, ella es una diosa que sabe perfectamente cuales son las terribles consecuencias que sufren aquellos que rompen un juramento tan sagrado...

Hestia: Hermana, acaso. ¿No comprendes mi preocupación? - Observo a la diosa mover la cabeza en señal de negación -: Escúchame con mucha atención, hermana... - Cambio su mirada a una más seria -: Me preocupa mucho que Atenea y Hefesto confundan esa pequeña amistad que tienen por algo más, me inquieta que ambos se enamoren...

Voz ¿?: ¿Y? ¿Qué hay de malo en que ellos se enamoren?

Hestia: ¡Hermana! - Se cruza de brazos -: Dime. ¿Ya se te olvido que Atenea le juro al rio Estigia que ella iba a ser una diosa virgen?

Voz ¿?: No, eso no se me olvido... - Exhala con cansancio -: Hestia, creo que ya te había dicho: Atenea no es una diosa tonta, ella es la diosa de la sabiduría. Seguramente ella sabe que no puede enamorarse, además. ¿Crees que ella se fijaría en alguien como Hefesto? En mi opinión, a mí se me hace que ella se acercó a él por lastima. Es probable que lo único que ella llegue a sentir por Hefesto, pues. ¿Cariño...?

Hestia: Oye, Deméter... - Vio con enojo a su hermana -: ¿Qué estas tratando de decirme? Acaso. ¿Tú también estas juzgando a Hefesto por su apariencia y ni siquiera te dignas a conocerlo?

Deméter: No, no estoy juzgando a Hefesto por su apariencia. Bueno, tal vez un poco. Pero, debes de entenderme. - Ve que su hermana elevo la ceja derecha -: Hestia, tienes que aceptar que Hefesto es un dios feo. Acaso. ¿Ya has visto su apariencia? Para ser honesta contigo, hermana. Yo no creo que ese dios logre llamar la atención de alguna diosa, incluso. Opino que Atenea jamás se enamorara de ese fenómeno...

Hestia: ¡Deméter! Cuidado con tus palabras, Hefesto es tu sobrino.

Deméter: Puede que sea mi sobrino, pero. Acaso. ¿Yo estoy mintiendo en lo que digo? Tú misma lo sabes perfectamente, hermana. Hefesto es un dios feo, ese dios nunca en su vida va a lograr ser aceptado por nosotros los dioses y él jamás va a conseguir a alguien que se enamore de él...

La apariencia de la diosa: Tiene unos 36 años, su altura de 172 cm, el color que tiene sus ojos son de una combinación entre azulo y verde, su cabello es corto y tiene un color azulado con mechones verdes dispersos. Su color de piel es blanca, su rostro es hermoso y tiene un cuerpo bien formado.

Hestia: Deméter... - Vuelve sus manos en forma de puño -: Tienes toda la razón, aun así. Yo como la diosa del hogar, la hospitalidad y la familia... - Se levantó de su asiento -: Yo voy hacer todo lo posible para que nuestros hermanos y hermanas acepten a Hefesto como un miembro más de nuestra familia, y estoy hablando de que lo acepten de verdad. No que lo acepten por la petición que él le hizo a Zeus para liberar a Hera de aquel trono, todos los dioses tuvieron que aceptarlo como un nuevo dios del olimpo pero a mala gana...

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